FYI.

This story is over 5 years old.

Comida

Ver imágenes asquerosas antes de comer destruye el apetito

Si quieres perder el apetito, mira imágenes asquerosas segundos antes de comer. Los científicos sugieren que aprovechemos el disgusto para combatir la obesidad.
Photo via Flickr user Martyn

Si quieres frenar tu apetito y dejar de pensar en comida, imagina que descubres accidentalmente una fotografía que muestra la sábana manchada en la que fuiste concebido. O piensa en un meme sobre el Príncipe Carlos soñando con ser el tampón de Camilla Parker Bowles. No importa cuál imagen selecciones, el resultado será el mismo. Vas a perder las ganas de comer —tal vez de vivir—.

LEE: Comer en restaurantes de lujo te engorda igual que ordenar comida rápida a domicilio.

Publicidad

Bueno, la ciencia finalmente ha comprobado el razonamiento detrás de esta antigua verdad. Las cosas asquerosas, en su mayoría, harán que no quieras comer. (Es decir, a menos que tengas un trastorno neurológico como el de Robert Carlyle en The World Is Not Enough).

Un estudio que pronto será publicado en el American Journal of Clinical Nutrition explora una nueva solución para reducir la obesidad: la exposición a una imagen "repugnante" por una fracción de segundo antes de ver la imagen de un alimento delicioso.

Deja de intentar evocar a La Fuerza. Lo que los científicos nos están diciendo es que aprovechemos nuestro disgusto.

Los investigadores afirman que "unir los sentimientos de disgusto con [los que provocan los alimentos con alto contenido calórico] podría reducir la probabilidad de elegir estos alimentos engordadores". Creen que su enfoque "podría ser una táctica exitosa para combatir los embates de los anuncios de los alimentos que promueven una alimentación poco saludable".

En el estudio, un grupo de científicos de varias universidades de Colorado le mostró imágenes de alimentos anunciados con frecuencia con recuentos altos en calorías, como la pizza y el helado, a un grupo de 42 personas. Sin embargo, una fracción de segundo antes —los sujetos ni lo recuerdan— también les mostraron una imagen desagradable, como una cucaracha o un poco de vómito.

El resultado fue que las imágenes subliminales redujeron el grado en el que los sujetos querían "consumir esa [deliciosa] comida en ese momento". Los científicos también se apresuraron a señalar que la mayoría de las decisiones de compra de alimentos se realizan en una cuestión de segundos, por lo que su exploración en el uso de las imágenes subliminales en fracciones de segundos fue bastante acertada.

Además de mostrar rápidamente imágenes negativas o "repugnantes", los investigadores también trataron de mostrarle a los participantes imágenes atractivas o positivas, como gatitos o bebés, antes de mostrarles imágenes de alimentos saludables. Esperaban que esto pudiera crear una correlación positiva entre la comida sana y los temas cursis, pero fue en vano. Las imágenes positivas no afectaron la elección de alimentos, pero las más repugnantes sí.

"Cuando se trata de la conducta alimentaria, el disgusto puede ser muy poderoso", dijo Kristina Legget, una de los investigadoras y profesora asistente en la School of Medicine de la University of Colorado. "Los gatitos y los bebés no son tan poderosos como la mutilación y la contaminación".

Consejo: saca la cámara y visita una morgue. ¡Tu cintura te lo agradecerá!