Día de Acción de Gracias a la mexicana

Cada año, la policía de las tradiciones se pone muy activa en redes sociales para exhibir a aquellos que tienen "la ocurrencia" de celebrar el Día de Acción de Gracias en México —o el Halloween, o cualquier otra festividad extranjera—. Los mensajes que condenan la adopción de una fiesta ajena, especialmente si es gringa, inundan nuestros feeds con condenas y amenazas de quemar en leña verde a quien se le ocurra cenar pavo al horno, salsa de arándanos y puré de papa el último jueves de noviembre de este lado del Río Bravo.

La realidad es que de algunos años para acá, cada vez más mexicanos están adoptando la tradición estadounidense por un montón de razones. La más obvia es que son gringos viviendo en México; pero también están los que son parte del millón de mexicanos que vivieron en Estados Unidos y que regresaron a su país a raíz de la crisis económica vivida allá; o simplemente porque quieren cocinar las apetitosas recetas que en esta temporada inundan Pinterest. En estos tiempos, en los que Estados Unidos se está apoderando de nuestra cocina (el taco, por ejemplo), y en los que el aguacate michoacano será estelar en el tradicional desfile de Macy's en Nueva York, quise averiguar de qué forma ha impactado la festividad en los mexicanos. Estos son algunos de los testimonios que encontré:

A veces se nos olvida que México es también un país de inmigrantes. La nieta de un armenio que emigró a Estados Unidos, y luego a México, Andrea Bakjejian, me cuenta que en su casa lo celebran porque su bisabuelo Kerop Akarelian inició la comunidad armenia en Beverly Hills, así que siempre han tenido contacto con las tradiciones de Estados Unidos. Lo mejor es que en su menú de Acción de Gracias hay platillos libaneses y armenios, además del pavo, arándanos, y demás platillos tradicionales gringos.

Mi amiga de la universidad Jessica Dietzel me cuenta que como su papá es de Buffalo, Nueva York, siempre han celebrado este día, pero la forma en que lo hacen ha evolucionado con el tiempo. "Cuando yo era chica íbamos en coche hasta Texas para conseguir los ingredientes necesarios para la cena. Desde el pavo, hasta las latas de arándano o el puré de calabaza, ¡todo!", me cuenta. "Ahora ya es mucho más fácil encontrar todo acá".

Hay quienes cocinan para que los gringos no se sientan homesick. El chef Justin Ermini de Anatol Kitchen, por ejemplo, prepara una de las recetas más famosas de Nueva Inglaterra, el Turducken. Éste consiste en un pavo rostizado que adentro trae un pollo y un pato deshuesado, además del tradicional relleno. "La idea es que cuando se corte, puedan verse las múltiples capas, como si fuera una lasagna", me cuenta. Tanto éxito ha tenido este "inception de aves", que muchos lo encargan precocido para terminarlo de hornear en su casa el día de la cena.

Por otra parte, la chef Alexander Suastegui del restaurante Lucas Local, relata que ella celebra Acción de Gracias porque siempre vivió en Ciudad Juárez y en Tijuana, y sabe lo que es vivir entre dos culturas, además de que la mitad de su familia vive en Estados Unidos. "Como fronterizos somos más flexibles con la cuestión cultural. Ir a San Diego para celebrar Acción de Gracias en la casa de amigos o tíos es muy común, porque a aparte de comer, convives con gente querida", cuenta. "La fecha para mí es importante porque refleja unión y agradecimiento, es una de las celebraciones que más sentido tiene para mí, aunque ésta no tenga raíces mexicanas y yo sí".

Hay quienes lo celebran nada más por convivir, como es el caso de Helmuth Rueckert, quien dice que prepara la cena, por el bombardeo de cultura gringa y su interés por la salsa de arándanos. "Es una historia muy triste", dice, "pero como vivo en Monterrey y aquí se encuentran arándanos frescos, hago una comida estilo Acción de Gracias". Sólo porque puede, sólo porque quiere. Quizás Helmuth sea el primero en ser aprehendido por la policía de las tradiciones por no tener ninguna conexión con Estados Unidos —más que el gusto por la salsa de arándanos—. Lo sentimos, Helmuth.

Jessica Dietzel me cuenta que, como su familia ha crecido mucho, ahora el tradicional pavo —receta que la abuela gringa le enseñó a su mamá hace 40 años— convive en la mesa con pierna adobada al horno y otros guisados mexicanos. "Además de que nunca faltan las tortillas y la salsa picante".

Por otro lado, para el chef Ermini es muy natural utilizar ingredientes mexicanos para cocinar el Turducken. "¿Para qué usar congelados si hay productos increíbles y frescos acá?", dice. Así que el relleno, además del tradicional pan de maíz, tiene chorizo verde de Toluca (que lo dejó fascinado cuando lo probó). Y como no encontró arándanos frescos, uso kumquats para acompañar el pavo. "Nuestro subchef tiene un árbol en su jardín, así que modificamos la receta para usarlos en lugar de los arándanos. Resultó un sabor increíble".

De manera similar, la chef Josefina Santacruz —una de las precursoras de ofrecer menú de Acción de Gracias en Dumas Gourmet, hace ya algunos años—, le ponía también un toque mexicano a las recetas tradicionales, "Por ejemplo, preparaba el pavo pero con mole estilo Xico", me cuenta. "Al puré de camote le ponía piloncillo en vez de azúcar morena y un toque de chile de árbol. También alguna vez ofrecimos salsa de jamaica, en vez de salsa de arándano".

Alexander Suástegui ha experimentado para adaptar las recetas gringas al paladar mexicano. "De entrada, ponerle algún chile al relleno, hacer una buena ensalada de ejotes o preparar los elotes blancos asados en lugar de usar los amarillos hervidos", dice. En Lucas Local, por ejemplo, ofrecerán un pollito de leche estilo Acción de Gracias pero con relleno de cordero, camote, tocino y ejotes.

Y, del otro extremo del país, la artista Ana Victoria Calderón que es mexicana-americana cuenta que en su casa la cosa es hacer una cena enorme, con 40 personas y 4 pavos. Su familia vive en Cancún y es ahí donde 4 familias, mitad mexicanas/mitad gringas, se reúnen cada año para festejar. Al estar en el Caribe, lo que ellos incorporan al menú es una entradita de callo de hacha, que dice que es espectacular. Por otra parte, su tía en la Ciudad de México se ha hecho famosa por preparar un pavo a la manera tradicional pero con una variante particular: el relleno lo elabora con masa de tamal. ¡Qué ganas de probar eso!

Ya sea por nacionalidad, por costumbre heredada o por las simples ganas de meterse a cocinar para comer rico, la costumbre de celebrar Acción de Gracias está ganando cada vez más adeptos en México. En lugar de mirar con ceja levantada a aquel que se atreva a hacerlo, podríamos copiar esa costumbre de dedicar una noche al año para reunirse con la familia y amigos para cenar rico y simplemente, dar gracias. Buena falta nos hacen esos momentos a todos.