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Comida

Se encontraron las reservas de alcohol de Hitler debajo de un restaurante alemán

Silvio Stelzer, un restaurantero alemán, se sorprendió cuando encontró varias botellas de coñac y champaña de la época de la Segunda Guerra Mundial abajo de su restaurante.

"¿Le gustaría un poco de champaña de Hitler para acompañar su estofado de venado?"

Esas son las palabras que puedes escuchar si vas al restaurante de Silvio Stelzer –Zum Dreispitz- en Saxony, Alemania. Parece ser un lugar muy agradable ubicado en el territorio del castillo histórico Moritzburg Castle, no lejos de Dresden, Alemania. Según Tripadvisor,el restaurante sirve su comida en platos triangulares como homenaje al dreispitz, sombrero de tres puntas.

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Y también tienen coñac Nazi.

Aparentemente, Silvio Stelzer, un restaurantero alemán, compró una villa en la propiedad del Castillo Moritzburg en el 2007 y la eligió como ubicación para Zum Dreispitz. Pero durante las renovaciones recientes, Stelzer se sorprendió cuando encontró varias botellas de coñac y champaña de la época de la Segunda Guerra Mundial en una serie de seis bodegas subterráneas interconectadas en la propiedad – unas botellas que lograron de cierta forma evadir la saqueadora armada roja rusa luego de la guerra.

Las investigaciones mostraron que la SS, a las órdenes de Hitler, escondieron unos suministros enormes de coñac y champaña aquí", según Stelzer.

En cierto momento, las bodegas fueron retacadas hasta el tope con coñac y champaña, las cuales se creía que había sido saqueadas de Francia durante la Segunda Guerra Mundial, y entregadas a la colección del más odiados de los jefes arios: Adolf Hitler. Stelzer reporta que encontró un libro, escrito por el último dueño del castillo, el príncipe Ernst Heinrich de Saxony, durante las renovaciones; en él se detallaba el uso de las bodegas como unidades de almacenamiento de los Nazis.

En 1944, mientras Berlín era asaltada por los bombarderos aliados, cientos de cajas fueron escondidas aquí. Litros y litros de alcohol, en conjunto con "queso, galletitas, mantequilla, salchichas de salame, café, chocolate y cigarrillos- todo lo que era imposible de obtener en el frente".

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Esto sucedía mientras millones alrededor de Europa morían de hambre. De hecho, la escasez de comida en Alemania era tan grave al final de la guerra que un estimado 40 por ciento de carne y pan que se consumía en Alemania, era producido en los territorios ocupados o en los campos de trabajo forzado.

Hitler era un abstemio –no bebía o fumaba- pero trataba muy bien a sus oficiales de confianza, por lo menos en términos de mantener el flujo de bebidas. Y ahora Stelzer está en el medio de un escándalo mediático sosteniendo las botellas.

Entonces, ¿quién se queda con las reservas de Hitler? ¿Sus herederos?

En una palabra: no.

Según los historiadores, Hitler tiene por lo menos una docena de familiares, algunos de los cuales pueden ser encontrados en las tranquilas calles de lugares tan remotos como Long Island, Nueva York. Y aunque Hitler sí tenía un testamento –dejó todas sus cosas a sus tres hermanos- el estado alemán de Baviera confiscó todas las propiedades de Hitler luego de que el Tercer Reich cayera en 1945, y en la actualidad es dueño de los derechos de sus inmuebles.

Eso no quiere decir que los parientes de Hitler no puedan aparecer a reclamar la champaña recién descubierta. La hermana de Hitler y el hijo de otra medio hermana han intentado reclamar los ingresos de su estado, pero sin éxito. El problema principal de la familia de Hitler: en el caos post-Guerra, no se hizo un certificado de muerte de Hitler. El segundo problema: una corte de Múnich invalidó el testamento de Hitler. En resumen, a los herederos de Hitler no les ha sido fácil reclamar los bienes de su ancestro.

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Es también seguro decir que no vas a ser el alma de la fiesta si te apareces con media botella de una bebida del gabinete de tu tío genocida "Adolfito".

El resultado es que de los 20 y tantos herederos que viven ahora, se les hará muy difícil poseer estas botellas -o las regalías por Mein Kampf- el que está por hacerse público de todas formas este año.

¿Qué sucederá con la gente de Hitler? Actualmente no está claro y nadie está dispuesto a adivinar. Aunque han pasado 70 años desde el final de la Segunda Guerra Mundial y de la muerte de Hitler, los artefactos relacionados con Hitler parecen estar mucho en las noticias recientemente.

El mes pasado, los caballos de bronce que estaban a la entrada de la cancillería del Reich fueron descubiertos en el mercado negro. Y en noticias más salaces, las bragas de color salmón que supuestamente pertenecieron a Eva Braun, la amante de Hitler, fueron recientemente puestas a la venta en una tienda de antigüedades de Ohio por $7.500 dólares. Sal del camino, Beta Kappa. Esa tiene que ser la braga más cara de la historia.

Parece que algunas personas encuentran historias sobre la de verdad en sus bodegas.