Cómo hacer huevos estrellados perfectos

Hablemos de desayuno.

Es la mejor comida del día y, dirían las abuelas, la más importante —aunque hay estudios que dicen que en realidad no pasas nada si te saltas el desayuno, pero ya sabemos que a la ciencia le encanta contradecirse—. Lo que no se puede negar es que es la más divertida y versátil: puedes comenzar con fruta y té, seguir con café, leche y un pan dulce; luego saltar a lo fuerte, que puede ser salado: chilaquiles con o sin pollo, enchiladas con queso panela, huevos rancheros, choriceros, benedictinos…o algo dulce: ¿pan francés cubierto de mermelada?

Si vas a Pinterest encontrarás un montón de recetas de desayunos "fáciles y rápidos para los días de entre semana", "energéticos y light" o "elegantes, para impresionar a la familia en fin de semana", pero antes de saltar a las recetas complicadas, todos los que nos creemos dignos cocineros deberíamos dominar el arte de hacer un huevo estrellado perfecto. Sí, perfecto: con la yema redonda, abultada y completa, no muy cocida; y la clara bien cocida con el fondo un poquitito crujiente. En pocas palabras: que el huevo parezca un hermoso sol.

Como ningún recetario nos lo enseña, le preguntamos al equipo de cocina de Egg, uno de los restaurantes más populares para desayunar en Brooklyn, Nueva York, que nos compartieran su sabiduría paso a paso. El resultado es esta receta definitiva para hacer el huevo estrellado perfecto.

Debes practicar. Mucho. Cuando domines la técnica entonces podrás pensar en ponerle salsa: roja, verde, divorciada, holandesa, lo que quieras.

Al menos te divertirás intentándolo.