Curacrudas: Pozole verde de espinacas y mariscos

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Comida

Curacrudas: Pozole verde de espinacas y mariscos

Nuestro servicio a la comunidad: cada sábado una recomendación curacrudas distinta. Hoy nos echamos un pozole verde de mariscos (pero no cualquiera, eh, éste está más rico).

Cierra los ojos e imagina esto: es sábado, es mediodía, estás crudo —de alcohol, de sueño, de lo que sea—, te arrastras como puedes a la regadera, luego al Uber y cuando menos lo esperas aparece frente a ti una Negra Modelo fría y este hermoso plato de pozole verde de mariscos… Ya, ya puedes abrir los ojos.

Esta recomendación de curacrudas es cortesía de nuestro amigo Yussel Arias, diagnosticado recientemente como. La desventaja de su condición es que no puede dejar de comer pozole cada semana, pero lo bueno es que ha probado muchos y nos comparte la información de los que sí vale la pena comer. Éste verde de mariscos hecho con espinacas por el chef Cuberto Silva del restaurante Muelle 51, en la Ciudad de México, es uno de ellos.

A diferencia de los pozoles verdes tradicionales, éste no se hace con pepitas, sino con espinacas bien sazonadas, lo que hace que resulte un caldo liviano, amable con el estómago y fresco. Justo lo que el mediodía del sábado necesita. Además de las almejas, los camarones y el callo, el pozole se sirve con vegetales crudos, que resultan un buen aporte por su textura crujiente. Hay que comérselo bien caliente, eso sí, y con un par de gotitas de limón nada más. Si se te acaba el caldo antes, puedes hacerte una tostada con los mariscos que quedan el el plato. Luego le pides a Cuberto que te sirva más caldito, nomás para acompañar la tostada. Y si se te acaba la tostada antes del caldo, le pides a Cuberto que te sirva más mariscos… y así hasta que te empines el plato y sorbas hasta la última gota del caldo. Ñoms.

¡Larga vida a esta versión ligera y saludable del pozole! ¡Y a su mágico poder curacruda!