Oficinistas. De empresas privadas o públicas, con horarios fijos de por lo menos ocho horas, que abarrotan los cajeros cada quincena. Esos son los godínez (término despectivo para referirse a los asalariados de las grandes corporaciones que hacen el trabajo sucio de este burocratizado mundo y los que reciben gritos e insultos de ladrones de cuello blanco y altos funcionarios de gobierno, si es que una cosa es diferente de la otra).Entre esa jornada laboral, por lo regular a las 2 PM, se puede apreciar gente de traje caminando por Reforma, Polanco, Del Valle, en la Ciudad de México con un gafete de la empresa para la que trabajan colgado al cuello y una bolsa de tienda departamental en la mano.Muchas veces estas bolsas evidencian su contenido: tuppers con alimentos previamente preparados y listos para calentar en el horno de microondas más cercano. Me acerqué a algunos de estos trabajadores para saber qué es lo que consumen en su menú diario.Este fue el resultado. (Spoiler: algunos caen en la categoría de "comidas que apestan la oficina").Andrea, 18 años. Come sincronizadas con chiles jalapeños y cátsup en sobres.Pablo, 24 años. Come salchichas a la mexicana y tortillas.Fernanda, 25 años. Come plátano fresco y huevo cocido con limón y chile en polvo.Antonio, 21 años. Come paleta payaso. "Aún no depositan", dice.Arturo, 39 años. Come caldo de pollo con alita, verduras y limón.Laura, 42 años. Come mole con pollo y frijoles.Ramón, 33 años. Come salmón a la plancha, jitomate fresco y piña fresca.Gerardo, 47 años. Come cereal con leche y una manzana.
Este artículo se publicó originalmente en agosto de 2015.
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Este artículo se publicó originalmente en agosto de 2015.