Una mujer intentó envenenar a su jefe durante semanas

La gente ha tratado de envenenar a otras personas por medio de la comida desde siempre, a través de incontables medios y por incontables motivos.

Es un método de homicidio avalado por el tiempo, tan sutil como dramático. Sutil porque es un método sin confrontación; y dramático porque comer o beber algo, desplomarse y morir, bueno, es bastante dramático a la manera shakespeariana.

Pero lo absurdo del envenenamiento queda en evidencia cuando el plan es frustrado, como fue el caso reciente de una mujer de Wisconsin, quien supuestamente intentó envenenar a su jefe con una amplia variedad de aditivos en su café.

Al parecer la mujer fue incapaz de realizar una sencilla búsqueda en Google (aunque, pensándolo bien, que aparezca "cómo envenenar a tu jefe" en el historial quizá no hubiese sido el mejor movimiento). Karen M. Zenner puso pastillas de cafeína, diuréticos, medicamentos contra la ansiedad y gotas para los ojos en el café de su jefe durante tres semanas con la esperanza de "que olvidara los $2,000 dólares que le había prestado".

Según los documentos de la corte obtenidos por Wausau Daily Herald, el jefe de Zenner encontró cinco pastillas en la espuma del café que ella le había traído desde casa. Asimismo había notado "residuos o grumos espesos" al fondo de sus cafés en las últimas semanas. Finalmente decidió acudir con la policía, ella confesó, pero dijo que no había intentado asesinar a su jefe.

Solo quería distraerlo hasta que olvidara su deuda y de alguna manera pensó que las gotas y diuréticos podrían provocar pérdida de memoria. (Claro…) Zenner también dijo a la policía que había trabajado para su jefe, cuya identidad permanece en secreto, durante una década y "lo considera un amigo".

Todo se resume a que nunca puedes saber quién está intentando envenenarte con tu comida favorita. Ten cuidado de los "grumos espesos".