FYI.

This story is over 5 years old.

Comida

La raíz de jengibre es el arma secreta de las dominatrices

Figging es el nombre dado a la práctica de BDSM de usar una raíz de jengibre como estimulación anal. Sip. Hablamos de una raíz de jengibre en tu culo.

"Amarro a Alicia a la cama y la dejo inmóvil con sus brazos extendidos, esposo sus tobillos a una barra que cuelga del techo, dejando expuesto su hermoso trasero. Le vendo los ojos, no necesita ver lo que ocurrirá a continuación. Solo necesita sentir.

Traje una raíz de jengibre conmigo (se ve como una vieja mano retorcida), un cuchillo pequeño y un vaso con agua. Los dejo en el buró. Elijo el "dedo" más largo de la raíz, lo rebano a lo largo desde la punta hasta el final de la palma, dejando a los otros dedos de lado. El potente olor hace que Alicia se contorsione porque sabe lo que está por suceder.

Publicidad

Extiendo su cuerpo y empiezo a trabajar en mi escultura con el jengibre. Me tomo mi tiempo para tallar un cilindro recto y suave. El aroma es extrañamente sexy. Me inclino hasta el buró y coloco mi obra de arte dentro del vaso con agua fría, para mantenerla fresca.

Me alejo de su cuerpo, me dirijo a su lado posterior. Con acceso libre a su hermoso trasero, lentamente empiezo a penetrarla con la raíz de jengibre…"

Muérete de envidia Christian Grey.

Esta escena erótica es descrita por Mistress Isobel, una dominatriz nacida en Inglaterra que vive en Toronto, y quien tiene "figging" en su lista de especialidades.

Figging es el nombre dado a la práctica de BDSM de usar una raíz de jengibre como estimulación anal. Sip. Hablamos de una raíz de jengibre en tu culo.

¿Pero por qué a alguien le interesaría poner jengibre en su trasero?

"Se cree que el jugo de jengibre es un afrodisíaco", dice Mistress Isobel. "Pero sólo se puede llamar figging si se mete toda la raíz del jengibre en el trasero", agrega, y después describe cómo la raíz entibia gradualmente el orificio, lo que lleva a experimentar una sensación muy especial, mientras el "sub" aprieta sus nalgas —generalmente después de una sesión de nalgadas, con el jengibre dentro—.

"El bálsamo de Tigre puede tener un efecto similar", continua Mistress Isobel. "Pero sólo el jengibre causa tanto calor". De acuerdo con algunas personas, el insertar jengibre en el ano o en la vagina puede llevar a orgasmos más largos y más fuertes. ¿Valdrá como una de mis porciones de vegetales diarias?

Publicidad

Extrañamente, los orígenes de figging tienen más que ver más con lo equino que con lo erótico. Como una antigua práctica ecuestre, un pedazo de jengibre se insertaba en el ano de los caballos antes de empezar un desfile: el caballo mantendría así su cola en lo alto debido a la sensación irritante cada vez que la bajaba, lo que produce esa estética de cola alta que es tan popular.

También conocido como "jengibrear" o "jengibrear la cola", es común entre los jinetes, la gente de espectáculos y hasta los soldados (es decir, en casi todos los trabajos ecuestres que requieren que lo caballos luzcan tan elegantes como sea posible). De hecho, esta costumbre se hizo tan popular que los organizadores de los shows ecuestres tienen que prohibirlo y la "verificación de jengibre" se ha convertido en el acto de detectar jengibre dentro o alrededor del ano de caballo. (¿Y tú pensabas que tu trabajo era malo?). De hecho, el acto de meter algo en el culo del caballo (incluyendo anguilas. Sí, anguilas) era conocido en esa industria como "feaguing" y de ahí salió el actual término de "figging".

Para no limitar la diversión a los pequeños ponis, figging se popularizó en Gran Bretaña en las clases altas. ¿Por qué?, para hacer con los humanos lo mismo que a los caballos: mantenerlos controlados.

Y qué mejor lugar para desarrollar una forma tan formidable de tortura que una escuela pública victoriana, donde una raíz de jengibre en el trasero y unas palmadas en las nalgas ponían pronto en su lugar a los pupilos revoltosos. Curiosamente, los clientes de Mistress Isobel que disfrutan el figging generalmente lo hacen como parte de una "escena" que cuenta con "fuertes castigos de la era victoriana en escuelas, orfanatos o asilos".

Publicidad

Pero, ¿qué placer obtienen con esto?

"Disfrutan el sentirse humillados sin ninguna consecuencia en el mundo real", me informa la Mistress Isobel. "Generalmente hay un sentimiento de impotencia que los subs disfrutan y el no poder quitarse algo muy caliente y picante del trasero puede ser una experiencia muy liberadora y emocionante. Me entregan la responsabilidad de su cuerpo y mente y yo puedo abusar de eso como me parezca".

Mistress Isobel explica que hay dos opciones una vez que se empieza con el figging: tratar de evitar el impacto, apretando el trasero y así involuntariamente aumentan el calor insoportable –o mantenerse relajado y dejar que le azoten (lo que generalmente acompaña las sesiones de figging)—.

Una vez que el calor inicial disminuye, un sentimiento tibio lo reemplaza —una especie de sensación cosquillosa— y esto puede irle bien a esos que quieren experimentar "espacio sub", que es cuando el cuerpo desprende endorfinas para contrarrestar el dolor inicial.

La Mistress Isobel dice que hay un bonus extra cuando pones jengibre en tu culo: "El pasaje que ha sido recientemente "figged" se pone muy receptivo y anhelante una vez que la raíz ha sido removida".

Así, que si tienes una raíz de jengibre por ahí, ya sabes que puedes hacer con ella.