Esta cerveza está elaborada con pipí
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Esta cerveza está elaborada con pipí

Y volverá a ser pipí... Un ciclo sin fin.

Este artículo apareció originalmente en MUNCHIES Dinamarca.


El sol brilla, son las 11 AM y sigo borracho. Bueno, en realidad estoy reventando de orines. Casi. Estoy en Hedehusene, al oeste de Copenhague, para probar la primera cerveza de pipí en Dinamarca: la pilsner Pisner.

Déjame empezar diciendo que la Pisner no son orines que filtraron y fermentaron antes de embotellarlos. Y tampoco es pipí vaciada en una botella de agua, mezclada con tabletas de purificación. Esta cerveza es el hermoso resultado de una colaboración entre el Consejo de Alimentos y Agricultura Danés y Nørrebro Bryghus, una cervecera artesanal nórdica y un gastropub.

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Si haces un esfuerzo, es posible que recuerdes aquella vez en 2015 cuando donaste todo el contenido de tu vejiga al consejo de Alimentos y Agricultura orinando en un contenedor de 45 litros en el festival Roskilde. Está bien, quizá ni siquiera estuviste ahí, pero como sea, esa vez mezclaron el líquido dorado con ron Stroh, Jägermeister y cerveza de barril para acabar convertido en cerveza.

Urinario en el 2015 del Roskilde Music Festival. Foto vía Landbrug & Fødevarer (Danish Agriculture and Food Council).

¿Cuál es el sentido detrás de esta locura? Para dar prioridad a la sustentabilidad en agricultura, el consejo reunió 54,000 litros de orina en el festival y llamó al proyecto "de la pipí a las pilsner", o "reciclando cerveza", otro nombre poético que recibió. Después de ocho meses de escasez, la orina sería rociada sobre los campos de cebada malteada en Køge, Dinamarca, en lugar de fertilizadores convencionales a base de desechos vacunos o porcinos.

10,000 litros de Pisner listos para ser embotellados. Foto de Simon Espholm.

Una vez cosechada, la cebada malteada fue enviada a la cervecera Baldersbrønde en Hedehusene, una instalación propiedad de Nørrebro Bryghus que produce hasta 1.2 millones de litros de cerveza al año. "Cuando recibimos la malta, la analizamos para determinar si la calidad es lo suficientemente alta para elaborar cerveza con ella", dice Henrik Vang, Director de Nørrebro Bryghus. "Y fue justo lo que sucedió, pero pensamos que era muy importante examinar la malta antes de comenzar".

La Pisner se fermentó a una temperatura baja y se añadieron varios elementos, como las variedades de lúpulos polaris, de Alemania, y simcoe, de Estados Unidos. Cuando las combinamos, ambas produjeron un sabor cítrico y un aroma como a pino en la infusión final.

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Foto de Simon Espholm.

Entonces, ¿cómo sabe esta cerveza de lluvia dorada?

No sabe para nada a pipí. "No", responde Vang, "sabe a cerveza". Ya tenemos suficientes cervezas que saben a orines en este país.

La Pisner es un poco amarga, pero es sorprendemente fresca. Huele a lúpulos y en definitiva nada parecido a amoniaco; ni siquiera un toque a pipí. Si hay algún rasgo que se parezca a la pipí, es solo el color: dorado oscuro y sin filtrar, igual que tu meada matutina.

"Nuestra meta desde el principio era elaborar una cerveza que —al menos en sabor— coincidiera con el espíritu del ciclo de la cerveza", dice Jakob Hørslev Hansen, director de producción y maestro cervecero en Nørrebro Bryghus. "De manera que era importante que ésta fuera una cerveza veraniega, ligera y fácil de beber apropiada para la temporada de festivales".

Foto de Simon Espholm.

"Al principio, estábamos un poco escépticos respecto a todo el proyecto", recuerda Vang. "Pero después de todo, somos una cervecera orgánica y queríamos involucrarnos en [el proceso de] hacer una cerveza sustentable y ver cómo funcionaban el grano y la malta".

A pesar de que Pisner es sustentable, no es orgánica. ¿Será porque la cebada malteada fue manufacturada con orina de personas reales que estaban intoxicadas con algo más que vida pura cuando hicieron sus donaciones?

Vang nos lo aclara. "Usamos ingredientes orgánicos en relación a la producción, pero la malta fue cosechada en un campo sin certificación orgánica. No tiene nada que ver con el hecho de que los plantíos que usamos hayan sido cultivados con pipí humana".

Una botella de resfrescante Pisner. Foto de Simon Espholm.

Vang explica que el abono humano no afecta el proceso de elaboración o el resultado final. "Cuando se usa pipí en lugar de un fertilizante, se utiliza como ingrediente natural, uno que no tiene influencia en el grano o el sabor".

Por otro lado, el subsuelo de Roskilde se libra un poco de la presión urinaria cada año cuando el festival de la ciudad activa la planta de tratamiento del drenaje municipal, lo mejor es que finalmente tienes puedes ponerte como mandril y organizar tu propia cata de pipí en casa.

De cualquier modo, no hay razón para asustarse al beber cerveza de pipí. Solo asegúrate de tomar cada gota dorada, estarás tan ebrio que irás al baño cada cinco minutos.