Esta cafetería te venderá una mamada junto con tu latte

¿Pagarías $60 dólares por una taza de café?

¿Qué tal si viniera acompañada de sexo oral?

Bradley Charvet de Ginebra, Suiza, está convencido de poder conseguir a montones de hombres que paguen esa cantidad por un café matutino con "final feliz" (como diríamos en México). Es por eso que su compañía, Facegirl, está estudiando la guía tailandesa y planea abrir el primer café de felaciones en Ginebra.

Charvet le comentó a Le Matin, que lleva meses planeando abrir esta cafetería. Los clientes ordenarán el servicio por 60 francos suizos (58 dólares) y pagarán un cargo adicional de cinco francos (casi 5 dólares) por un latte macchiato. Según Charvet, a los hombres se les ofrecerá una iPad, con la cual podrán elegir a la joven que les hará sexo oral mientras se toman su taza de café matutina. Como reza el viejo dicho: entra por un agujero y sale por el otro. (Lo siento).

"En cinco o diez minutos, todo se acaba", explica Charvet.

A pesar de que Ginebra es una ciudad ampliamente protestante —el fundador del Calvinismo, Juan Calvino, realizó mucho de su trabajo aquí—, Suiza no tiene religión oficial. La prostitución está legalizada y severamente regulada. Por lo tanto, si el café de felaciones cumple con los permisos necesarios cuando abra, podría ser perfectamente legal. En Suiza, los trabajadores sexuales deben tener permiso y los establecimientos con dos o más prostitutas deben registrarse como salones de masaje.

No resulta sorprendente que grupos antiprostitución expresen su inconformidad por el concepto del café. Grégoire Théry de Mouvement du Nid (Movimiento del Nido), un grupo francés antiprostitución, le dijo a L'Express que el café convertiría el proxenetismo en algo legal, sólo beneficiando a los hombres detrás del negocio.

Según The Local, actualmente los proyectos del café están bajo revisión del Departamento de Seguridad y Economía de Ginebra. Si todo sale bien, Facegirl espera inaugurar su café a finales de año.

Parece que de ahora en adelante ir por "un cafecito" tendrá un significado completamente nuevo en Ginebra.