Esta iglesia destila cerveza en su cripta

En agosto del año pasado, la cervecería St. Mary's en el norte de Londres finalizó su primer producto comercial: una American Pale Ale (APA). Nada raro en eso, sólo más evidencia de que hay una "revolución de cerveza artesanal", ¿no?

No exactamente. Mira la etiqueta de esta botella de Pale Ale y verás una frase que no corresponde con la imagen de una cerveza hipster: "Faith, Hops, and Charity" (Fe, Lúpulos y Caridad). Esto es porque St. Mary's no es otra cervecera de moda, sino una iglesia en Primrose Hill que recientemente comenzó a destilar y vender su propia cerveza.

"Quitamos una vieja caldera de la cripta y continuamente tratamos de recaudar dinero para nuestro trabajo juvenil", me cuenta Steve Reynolds, responsable de la iglesia. "Vi lo que pasó con Camden Town Brewery y la expansión de la cerveza artesanal. Solo pensamos que sería divertido construir una pequeña cervecera en la cripta".

El alcohol y la religión no es un maridaje inusual como podrías pensar; recuerda las monjas cistercienses y su vino de naranja o el pastor que consigue feligreses ofreciendo cerveza.

La idea comenzó a tomar forma en St. Mary's después de que Reynolds consultó a la vicaria Marjorie Brown, quien dio el visto bueno y llamó al Obispo de Edmonton. El obispo también concedió la aprobación, pero con dos condiciones: que St. Mary's hiciera una cerveza sin alcohol y que él probaría el primer tarro.

Así lo hicieron, en una cata de cerveza bastante concurrida en octubre.

"Es difícil hacer que 100 personas vengan a la iglesia, incluso si les das cerveza gratis el sábado por la noche", señala Reynolds.

Me muestra el camino a unas escaleras de caracol que conducen hacia la cripta cavernosa de St. Mary's. El área es apropiada para destilar pequeñas cantidades de cerveza, pero para una producción mayor existen ciertos obstáculos: el desagüe debe mejorarse y deben instalarse salidas para el fuego. Sin mencionar la dificultad de transportar los productos, así como subir y bajar con cargas las estrechas escaleras.

"Puede hacerse, pero la destilación se basa en el volumen. Es importante para nosotros destilar aquí", dice Reynolds. "Sería muy lindo tener una cava de barricas aquí abajo, tener velas y darle un aspecto muy gótico".

Para producir su primer cerveza comercial, St. Mary's recurrió a las instalaciones más grandes de UBREW, una cervecera "abierta" en Bermondsey, y pidió la ayuda de expertos en infusiones. Para Navidad, todas las botellas se habían vendido, principalmente a través de eventos de la iglesia y ferias locales.

Está muy bien vender las cervezas a un mercado interesado en la temporada festiva, pero: ¿St. Mary's puede convertir su cervecera experimental en una operación profesional?

"Seremos tan grandes como podamos", dice Reynolds. "La prueba verdadera será cuando emerjamos de nuestra pequeña comunidad y entremos al mundo real de la gastronomía. ¿Cómo nos vamos a posicionar?".

La fama de la floreciente iglesia se ha extendido y Reynolds me cuenta que ya hay un interés por parte de los pubs y restaurantes locales.

"Ha habido otras iglesias que se han acercado a nosotros: '¿Cómo podemos participar? ¿Puedes enseñarnos lo que han hecho para poder destilar nosotros?'", dice. "Entonces, estamos expandiéndonos, ¡estamos convirtiendo las iglesias en cervecerías!".

Roddy Munroe es miembro de la congregación de St. Mary's y un destilador desde hace tiempo. Quedé de verme con él en UBREW, donde se encuentra trabajando en el siguiente lote de la iglesia para su distintiva Crypt American Pale Ale y una porter londinense.

"Es mucho más una forma de arte de lo que quizás puedas apreciar", responde cuando lo pregunto sobre el proceso. "Las pale ales inglesas han sido consistentemente horribles. Las porter han sido muy buenas. La Crypt American Pale Ale ha sido bastante buena. Ésta es la cuarta porter que hemos hecho. Hemos mejorado la receta en cada ocasión. La porter es una cerveza muy bebible".

Tiene razón. La botella de la iglesia determina un contenido de alcohol de 4.5 por ciento ABV y la porter baja por la garganta muy fácilmente, además tiene notas sutiles de caramelo y chocolate.

Pero el principal objetivo de la operación St. Mary's no es hacer la mejor cerveza del mundo, sino vincular a la comunidad local, sean parroquianos o no. Se ha hablado de hacer un club de cerveza, conferencias, visitas a la cervecera y talleres de destilación en la iglesia. Quienes están comprometidos con el trabajo juvenil podrán ayudar con el diseño y publicidad de las cervezas.

"También mantendrá a la comunidad activa e involucrará a las personas en esta empresa, no queremos que solo sea un evento por ahí de cualquier domingo", dice Reynolds.

Munroe está de acuerdo: "La forma en la que construimos la comunidad es ofrecer estas posibilidades a la gente local, vienen y quieren formar parte. Es muy emocionante".

Pero al final, dice Munroe, queda claro: "Todo debe basarse en una cerveza excelente".