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Comida

Soñar despierto te hace engordar

Si eres de los que sueñan despiertos, puede ser que tu mente vague tanto que no reconozcas cuando has comido demasiado.

La espera de un tren retrasado. La reunión de trabajo que se extendió toda una hora porque Memo, de marketing, tenía que mostrar su presentación de PowerPoint con 23 diapositivas. La conversación innecesariamente prolongada con tu vecina anciana sobre la probabilidad de que alguien se meta a su casa a robar. En situaciones como éstas es difícil no dejar que la mente vague hacia fantasías de todo tipo, desde que conoces a la mujer/hombre de tus sueños, hasta esas vacaciones a Tenerife que no han pasado de ser un plan en el grupo de WhatsApp de tus amigos.

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Soñar no cuesta nada, ¿verdad? Y soñar despierto parece una actividad inofensiva, sin embargo, podría ser la razón por la que algunos de nosotros acumulamos kilos. Un nuevo estudio de la Vanderbilt University School of Medicine ha encontrado que las personas con tendencias impulsivas que inhiben la concentración —es decir, los soñadores despiertos— tienen un mayor riesgo de obesidad.

Publicado en la revista Heliyon, el estudio se centró en los efectos de la atención plena en los hábitos alimenticios de los niños. Utilizando datos de 38 niños entre 8 y 13 años (cinco obesos, seis con sobrepeso, y el resto dentro de un rango de peso saludable), se registró el peso de cada niño y algunos datos sobre su conducta alimenticia.

Después, los investigadores usaron imágenes por resonancia magnética para revelar la actividad en las regiones del cerebro que se cree que se asocian con el peso y los hábitos alimenticios: el lóbulo parietal inferior, el polo frontal, y el núcleo accumbens.

Sus resultados mostraron que los niños que tenían sobrepeso u obesidad tenían conexiones más fuertes con el lóbulo frontal, asociados con la impulsividad. Esto podría significar que sus mentes vagan en lugar de centrarse en la comida, por lo que es difícil que se den cuenta cuando han comido demasiado.

Sin embargo, los niños dentro del rango de peso saludable tenían conexiones más fuertes con el lóbulo parietal inferior (vinculado a la inhibición) lo que les permite observar plenamente y detener sus antojos.

La investigadora y autora principal del estudio de la School of Medicine, BettyAnn Chodkowski, dijo: "Queríamos ver cómo funcionan los cerebros de los niños a más detalle para poder entender mejor lo que está pasando neurológicamente en los niños obesos".

El estudio después mencionó que la atención plena, la práctica de vivir el momento y la observación de los pensamientos, podrían ayudar a contrarrestar el comer en exceso en los niños con conexiones más fuertes del lóbulo frontal. Las intervenciones que ayudan a los niños a ser conscientes de su situación actual podrían arrojar luz sobre los patrones de alimentación, lo que les permitiría mantenerse dentro de un plan de alimentación más estructurado.

El profesor de psiquiatría de Vanderbilt y autor principal del estudio, el Dr. Ronald Cowan, explicó: "Creemos que la atención plena podría recalibrar el desequilibrio en las conexiones del cerebro asociadas con la obesidad infantil. La atención plena ha producido resultados mixtos en los adultos, pero hasta el momento han sido pocos los estudios que demuestran su eficacia para la pérdida de peso en los niños".

Tal vez haya algo que decir acerca de la atención plena, después de todo.