Cómo esta destilería transforma la niebla en alcohol

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Cómo esta destilería transforma la niebla en alcohol

La neblina de San Francisco dejó de ser una simple bonita postal para los turistas y molesta para algunos residentes de la bahía, ahora es útil y, sobre todo, embriagante.

Colocados debajo de las tres piernas monstruosas de la infame Torre Sutro de San Francisco, están un montón de pequeños dispositivos conocidos como receptores de neblina, los cuales parecen más un proyecto para la feria escolar de ciencias que una nueva propuesta contra la terrible situación de sequía en California. Además, colaboran en un proyecto para emborracharte.

"Es muy poca tecnología", explica Chris Fogliatti de Fog Quest, el canadiense dedicado a la conservación mundial del agua sin fines de lucro. "La neblina y el rocío están hechos de gotitas minúsculas de agua. Diseñamos esto para que las pequeñas gotas impacten en la malla y cuando se haya empapado, el agua goteará hacia la captación y luego al contenedor".

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Fogliatti revisando las telas que atrapan la niebla. Todas la fotos cortesía de Hangar 1.

Fogliatti es el director de voluntarios organizando y monitoreando las mallas y los captadores de neblina de tubos PVC dispersos a lo largo de la bahía, recogiendo información y luego distribuyendo el agua recogida hacia la destilería de vodka local, Hangar 1.

Los captadores de neblina no son nuevos en la conservación mundial del agua, pero son una completa innovación para el mundo del licor. En medio de una sequía grave que llevó al gobernador de California Jerry Brown a ordenar la reducción del uso del agua un 25 por ciento en todo el estado, Hangar 1, situada en la zona de la bahía, buscó una solución más sustentable para elaborar su vodka, que tiene 60 por ciento de agua.

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No tuvieron buscaron mucho para hallar una respuesta. Estaba justo enfrente de ellos, cruzando la bahía.

Desde el mirador de la Torre de Sutro, que apunta al oeste, todos pueden ver el espeso banco de niebla, característico de San Francisco, dirigiéndose hacia la ciudad desde el mar, encapsulando las antiguas dunas de arena que ahora constituyen el vecindario irónicamente llamado "Sunset", que por lo regular está tan inundado de niebla que admirar la puesta del sol es un reto, incluso es verla desde cualquier otro sitio.

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Caley Shoemaker, destiladora principal de Hangar 1.

Aunque la niebla puede ser una molestia para algunos, Caley Shoemaker, destiladora principal en Hangar 1, la vio como un tesoro secreto de agua utilizable esperando a ser arrancada del cielo, por lo que realizó una gran cantidad de investigaciones antes de asociarse con Fog Quest y ver si el proyecto podría llevarse a cabo.

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Y quién lo diría, en el transcurso de una temporada de tres meses fueron capaces de obtener 88 galones de agua con solamente 3 receptores. Entonces, el proceso de destilación para hacer vodka empezó.

"Al asociarse con Hangar 1, Fog Quest está aspirando a crear consciencia acerca de las fuentes alternativas y sustentables de agua mientras que simultáneamente crea productos de consumo innovadores y geniales", dijo Fogliatti. De manera similar, Shoemaker promete que su proyecto es el primero de muchas iniciativas, "diseñadas para devolver un poco a nuestro neblinoso hogar que hace posible nuestro enfoque pionero en la destilación y nuestra dedicación a la agricultura local e ingredientes frescos". Todo es muy del área de la Bahía.

Caminamos desde los receptores de niebla de la Torre de Sutro cruzando la bahía hasta Alameda donde el Hangar 1 tiene sus oficinas centrales (en un viejo hangar de aviones de la Segunda Guerra Mundial). Ahí nos aguardaba una degustación de todos los pasos para la elaboración del vodka. Al final de la fila estaba su nuevo vodka de edición limitada, Fog Point, llamado en honor a su ingrediente central.

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Foto del autor.

Primero, era momento de probar el vodka derecho. A pesar de que los grandes aficionados puedan estar en desacuerdo, el vodka no es típicamente conocido por tener sabores fácilmente distinguibles, sin embargo el producto estándar de Hangar 1 estaba tan delicioso como potente con 40% de alcohol. Y luego agua de niebla sin filtrar, la cual no había tenido la oportunidad de probar antes. Definitivamente era terrosa luego de atravesar todos los árboles de eucalipto de la costa, pero al mismo tiempo, refrescante y deliciosa.

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Lo siguiente fue el vino dulce y frutal, Bonny Doon, usado como el vodka destilado de Fog Point, y seleccionado debido al compromiso similar del enólogo con la sustentabilidad. También tenía un sabor delicioso.

Después de probar los líquidos resultados de las distintas partes del proceso de destilación, paladeamos el resultado: un espirituoso que valió la pena tomar puro —algo que nunca antes había dicho de un vodka—. Tenía toques de vainilla, cítricos y madreselva, con un cálido final floral y a pimienta.

Añadir jugo de arándanos sería un insulto a lo que Hangar 1 ha desarrollado; un vodka suave, casi como ginebra, envuelto en una hermosa botella diseñada para honrar a los receptores de niebla.

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Definitivamente es una sorpresa de $125 dólares. Olvidando ese precio, es un poco más fácil pagarlo sabiendo que todas las ganancias de su serie de edición limitada serán donadas para la investigación de la conservación del agua. Además, siempre puedes beberlo con tu meñique levantado y entrar de lleno en ese estilo de vida lujoso.