Workaholics: Garbanzos con chorizo para cualquier ocasión

En nuestra serie de cocina Workaholics, invitamos a chefs, bartenders y otras personalidades del mundo culinario —timadores expertos— que saben trucos y consejos para preparar comidas rápidas y creativas después del trabajo. Cada platillo presentado en Workaholics toma menos de 30 minutos en hacerse, pero nunca sacrifica el sabor. Son recetas probadas y aprobadas por quienes están siempre ocupados y tienen buen gusto en la comida.

Ari Taymor es un hombre bastante ocupado actualmente. Desde que cerró la sede original de su famoso restaurante Alma —nombrado el mejor restaurante de Estados Unidos en 2013 por Bon Appétit— él y su compañera Ashleigh Parsons reabrieron oficialmente el restaurante en el Hotel Standard de West Hollywood este año. Pero sucede que también se encargan de todo lo relacionado con la gastronomía del hotel, es decir lo que deben servir en el desayuno, la comida y la cena, el servicio a cuartos y las cenas a un lado de la alberca. Es demasiado tiempo entre fogones.

Así que cuando Taymor cocina para sí mismo quiere que sea delicioso y sencillo; como el guisado de garbanzos con chorizo y huevo estrellado que preparó para nosotros.

"Siempre busco variaciones para una comida que requiera una sola olla o algo rápido como una cena", dijo, y este estofado se ajusta a la descripción perfectamente. "Es lo suficientemente pesado para satisfacer el hambre nocturna, pero aún así sigue siendo saludable; así que no tienes que sentirte mal".

El día de Taymor empieza desde temprano. "Usualmente llego al restaurante temprano y me la paso entrando y saliendo todo el día. A veces, en algún punto, me escapo y voy al gimnasio o a surfear. Si al día siguiente es día de mercado de agricultores, iré al mercado. Y básicamente regreso al restaurante para el servicio de la cena. Luego, me voy a tomar un trago o comer algo y me voy a casa".

Cuando cocina en casa, una receta como ésta —la cual puede realizarse en variedades casi infinitas— es lo mejor. Taymor dice: "No he hecho esta variación exacta antes, es una de esas decisiones que tomas de un momento a otro. Estás en el mercado o en el súper y puedes prepararlo como quieras. Puedes usar tocino, salchicha italiana, alubias blancas. Como que puedes mezclarlo con cualquier cosa".

Esta vez, Taymor decidió preparar el estofado con ingredientes básicos que bien podrías tener en casa, incluyendo una lata de garbanzos y un poco de cerveza mexicana.

Empieza preparando una pasta de ajo y sal y luego fríe un poco de chorizo hasta dorarlo. El olor se hace embriagante rápidamente.

Taymor explica, "En casa, busco un platillo que sea sencillo, con mucho sabor y sin tener que hacer demasiado trabajo. Algo que no sea tan delicado como la comida que preparamos en el restaurante; más especiado, salado y grasoso. Y realmente solo me interesa: '¿Es sencillo? ¿Es fácil de limpiar? ¿Quedaré satisfecho?'".

En este caso, todo está cubierto.

Taymor dora algunas cebollas, echa media lata de cerveza —y nos anima a beber el resto— junto con los garbanzos y un poco de caldo. El resultado es un guisado rico y nutritivo que solo requiere un poco de sazón, junto con un toque de jugo de limón para alcanzar su punto máximo de sabor. Añade un huevo frito o dos y voilà: la cena está servida.

Es sorprendente que el amor por la comida de Taymor surgiese relativamente tarde. Explica que antes era un importante filósofo en la universidad, tenía interés en la salud pública y la agricultura sustentable, pero dice: "Cuando me gradué, fui a casa y conseguí un trabajo de escritorio. Lo odiaba, me enfurecí y renuncié". Un puesto de trabajo en un restaurante llevó a otro y antes de enterarse de lo que estaba pasando, se había convertido en chef. Uno muy bueno.

"Simplemente me enamoré del ambiente restaurantero, la habilidad de presenciar el impacto de tu labor a diario. Tienes una tarea, la terminar y sabes cómo lo hiciste, hay retroalimentación". También dice que adora la presión.

El evento de un restaurante en San Francisco, lo llevó a uno en Francia y luego otro en Dinamarca. Pero, Taymor explica, "no fue hasta que pasamos un año en Alma, en L.A., que empezamos a desarrollar nuestro propio estilo. Porque cuando estás empezando a cocinar, muchas de las preparaciones son derivados de las cosas que has visto o hecho antes. Y entre más tiempo pasa, más profundizas en el proceso y eres capaz de pulir tu propio estilo. Entre más tiempo lo haces, como que empiezas a desprenderte de todas las influencias que no quieres tener, hasta que intentas hacer cosas que son más auténticas para ti".

Y debido a que explorar la individualidad y espontaneidad es tan importante para Taymor, explica que con el estofado de garbanzos puedes y debes ser creativo con los ingredientes que utilizas. Añade jalapeños, verduras, aguacate, queso… las posibilidades son infinitas.

Taymor dice que su filosofía, en lo que a cocinar se refiere, es profundizar: "Además de salir a comer a otros restaurantes, trato de no mirar lo que otros están haciendo. No sigo a muchos chefs en Instagram y tampoco leo muchos libros de cocina. No porque no sea curioso, sino porque pienso que en este momento es mejor mirar hacia dentro en lugar de hacia afuera".