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Comida

Éste podría ser el fin de los pasteles de cumpleaños en la oficina

Malas noticias: un grupo de expertos quieren que dejemos de comer pastel cumpleañero en las oficinas.
Phoebe Hurst
London, GB

Enero es deprimente, amigo. Se acabó la Navidad, estás en quiebra y hace más frío que antes. Mientras recorres el conocido camino hacia el trabajo y con lágrimas en los ojos revisas tu bandeja de correo, esa gran porción restante de pastel navideño en la cocina de la oficina es el único incentivo que vale la pena mirar. Al menos hasta que la tienda de la esquina empiece a vender los dulces y frituras de siempre.

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Pero si los dentistas se salen con la suya, tu lugar de trabajo podría convertirse en un lugar aún menos dulce para 2017.

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La facultad de cirugía dental en el Royal College of Surgeons (RCS), en Reino Unido, ha presentado una petición para que la gente coma menos pastel en la oficina y se inclinen por snacks bajos en azúcar como fruta y nueces. Según el RCS, la "cultura del pastel" en la oficina que consiste en comprar productos horneados para celebrar cumpleaños y otras ocasiones está empeorando el problema de la obesidad.

El rector de la facultad, el Profesor Nigel Hunt, le dijo a The Guardian: "Necesitamos un cambio en la cultura de las oficinas y otros lugares de trabajo que fomente la alimentación saludable y ayude a los trabajadores a evitar ceder ante las tentaciones dulces como pasteles, dulces y galletas".

Es el fin de los pasteleros amateur.

El RCS también instó a los empleadores a retirar los snacks altos en azúcar de las máquinas expendedoras e incluso propuso "horarios de azúcar" para que los pasteles de cumpleaños se partieran solo los viernes. Señaló que las oficinas se han vuelto uno de los lugares principales en donde la gente consume azúcar en exceso, ya que los jefes tratan de estimular la moral obsequiando dulces.

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Los dentistas del RCS no son los primeros profesionales de la salud en aconsejar precaución frente a los pasteles. El año pasado, un estudio de las Universidades de Saint Joseph's y Yale descubrió que sentarse cerca de los snacks que se ofrecen gratuitamente hacía que los trabajadores fueran más propensos a comer en exceso.

Aún así, parece una lástima dejar que el pastel de Navidad añejo se desperdicie…