Illustration by Alex Jenkins
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Muchos de nosotros (creo que es entendible) no nos sentimos del todo bien entrando a una tienda y dándole plata a un extraño a cambio de una varita de piel simulada y producida en masa para usar en nuestros genitales. Sitios como YouTube y Vimeo ofrecen tutoriales y reseñas interminables sobre cómo armar y usar una variedad de objetos para masturbarse, con lo que hacen del mundo de dispositivos caseros de placer un lugar mucho más profundo y vibrante. En mi caso, después de ver los anuncios sobre el Fleshlight en 2010, inmediatamente quise actualizar mi nivel de masturbación con la ayuda de una vagina plástica.Hay un momento en la vida de todo hombre en el que la mano ya no es suficiente.
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