En febrero de 2012, Igualdad Animal difundió un vídeo en el que se mostraban las impactantes imágenes de varios trabajadores de una granja de El Escobar, en Fuente Álamo, Murcia, matando de formas terribles a las cerdas. Golpes de espada, golpes en la cabeza con barras de hierro de gran tamaño o abrirlas en canal estando conscientes para extraerles del útero los lechones antes de que diesen a luz.El vídeo fue grabado por otro de los trabajadores de la granja, quien después de ver este tipo de actuaciones, decidió dar cuenta de ello y enviárselo a Igualdad Animal para que lo difundiesen y denunciasen. 48 horas después, los maltratadores estaban en manos de la Guardia Civil. En una entrevista, el trabajador que denunció los hechos explicó que se trataba de algo habitual.
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Hoy, más de cuatro años después de los hechos, se inician las sesiones del juicio oral a los maltratadores. Se enfrentan a un año de prisión y tres de inhabilitación en su profesión.
Si bien es significativo que se condenen la tortura y el maltrato animal, está claro que estamos ante una condena más simbólica que real: Si no han sido condenados con anterioridad a penas de cárcel, la pena de un año de prisión no se efectuará y la inhabilitación, aunque les supondría evidentemente una traba, no puede equipararse al efecto que tendría una pena de cárcel o una multa elevada.A pesar de que este juicio es un paso adelante para la condena criminal del maltrato animal, parece que a nivel social, si no se hace en una plaza y entre aplausos,la crueldad con los animales lo es menos.Firma aquí la petición de cárcel de Igualdad Animal.
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