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Tecnología

Las polillas que podrían destruir el negocio de cocaína en Colombia

El gobierno decidió ponerle fin a la practica de matar plantas de coca con herbicidas. Una nueva alternativa está emergiendo: la polilla Eloria noyesi.
Hojas de la planta de coca. Imagen: Stefano/Flickr

Los esfuerzos para luchar contra el negocio de la cocaína en Colombia han llevado a utilizar medidas drásticas durante los años, incluyendo el proceso de rociar herbicidas en el aire durante 20 años, lo que ha sido financiado por Estados Unidos. Pero durante la ultima semana el gobierno de Colombia decidió poner fin a ese proyecto y está comenzando a tomar vuelo una nueva idea para luchar contra el comercio de cocaína: liberar en la selva a miles de polillas locas por la cocaína para que se coman las plantas antes que sean cosechadas.

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La mayoría de los insectos evitan las platas de coca porque no pueden procesar la cocaína producida por la planta: en bajas dosis los hace sentir enfermos y en altas dosis los mata, de acuerdo a un estudio del 2006 publicado en Gene. La polilla Eloria noyesi tiene la habilidad única de digerir las hojas de coca sin sufrir daños. De hecho la E. noyesi no sólo puede manejar la coca, la prefiere y la busca específicamente para poner sus huevos. La polilla es conocida como "El gringo" porque le gustan mucho las plantas de coca.

"Cuando las orugas eclosionan, se comer las hojas de cocaína pero no las otras plantas" nos dijo el director del jardín botánico Quindio, Alberto Gomes Mejía, quien originalmente propuso la idea el 2002. "En este sentido son muy fáciles de controlar".

La idea de Mejía es liberar miles de estas pequeñas polillas en regiones donde comúnmente crece coca y dejar que estas devoren y destruyan las plantas. Sería un proyecto a largo plazo, a medida que cada generación de polillas consuma las nuevas plantas de cocaína que reemplazarían la antigua cosecha. Pese a que la idea es de hace 10 años, está siendo reconsiderada debido a la decisión tomada por el gobierno colombiano de parar el rocío de herbicidas.

No es tan descabellado como suena en un principio: que algunos insectos se coman los cultivos dañinos (principalmente maleza) es un método usado para controlar naturalmente a las plantas invasoras, de acuerdo a Anthony Shelton, un entomólogo en la universidad Cornell y experto en control biológico.

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"Hay casos y más casos de éxito con el control biológico. Es una solución mucho más permanente para el problema" me dijo Shelton por teléfono. Él señaló un número de ejemplos donde los insectos han sido utilizados para limpiar plantas no deseas, incluyendo a una polilla que ayudó a destruir una especie invasora de cactus en Australia y escarabajos que ayudaron a controlar la propagación de la hierba de San Juan en California.

Pero Sheldon dice que se deben hacer pruebas antes de soltar un insecto. Los investigadores necesitan estar seguros que las polillas no comenzarán a comer otros tipos de plantas nativas. Él me dijo que es una prueba bastante sencilla: pones al insecto en un entorno donde sólo haya acceso a un tipo de plantas o al otro, por ejemplo plantas similares que crezcan en el entorno de la plata no deseada y se debe repetir el proceso con distintas plantas. Si la larva muere en vez de comerse la planta, es un buen indicador que sólo pueden sobrevivir con su comida favorita. Y ya que muchos insectos son monófagos (lo que significa que sólo comen un tipo de planta), hay una buena chance que están polillas puedan comer exclusivamente plantas de coca, dice.

"La alternativa es usar herbicidas, los que pueden filtrarse hacia las aguas subterráneas y afectar a muchos organismos" dice Shelton. De hecho los problemas a la salud era una de las razones más importantes del por qué el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, decidió detener el uso del herbicida glifosato: la organización mundial de salud recientemente lo clasificó como un posible cancerígeno.

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Los insectos pueden ser una solución natural, a largo plazo y de poco mantenimiento para este problema, dice Shelton.

"Desde el punto de vista ambiental, si puedes conseguir una polilla que es realmente específica para este objetivo en particular, es mucho más seguro que los herbicidas" dice.

Mejía me dijo que el plan de utilizar las polillas aun es una idea, pero que él espera que el presidente Santos revise y quizás pruebe en pequeñas áreas controladas, como parques nacionales. De todas formas, él dice que la E. noyesi no es la panacea para los problemas con el negocio de la cocaína en Colombia.

"En mi opinión esta no es exactamente la mejor forma de erradicar la cocaína. La mejor forma es la erradicación manual, que los granjeros la abandonen y planten algo más" dice Mejía. Él nos contó que la coca sigue floreciendo en Colombia porque le pagan a los granjeros pobres mucho más que por otros cultivos. Para luchar realmente contra las drogas se necesitan mejores incentivos para que los granjeros se mantengan alejados de crecer coca, como mejor infraestructura y educación, dice.

"Las polillas por si mismas no van a detener esto" dice.

Jason Koebler contribuyó a reportar esta historia.