De Mordor a Mad Mex: Una crónica del Estado de México

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Estado de México

De Mordor a Mad Mex: Una crónica del Estado de México

Para el pueblo otomí de Xochicuautla, Mordor es la represión de la policía, los intereses del Grupo Atlacomulco sobre su territorio, la destrucción de sus bosques y la psicosis social.

"El Saurón de antaño destruyó los jardines; el Enemigo de hoy parece capaz de marchitar todos los bosques". —J.R.R. Tokien, Las dos torres.

1. Un viaje a Xochicuautla

Un automóvil ochentero transita por una autopista que se dirige a Orodruin, montaña de fuego resplandeciente y hogar de Saurón en la saga de literatura fantástica El Señor de los Anillos. El automóvil avanza bajo una señalización de tránsito. "Bienvenidos al Estado de México", dice el letrero verde que resalta frente al cielo enrojecido. Esta imagen, que circula en internet desde hace algunos años, ilustra el sentir de cualquier capitalino que cruce la frontera de la Ciudad de México para adentrarse en Ecatepec y Nezahualcóyotl, Naucalpan y Cuautitlán Izcalli, Toluca y Lerma. Para hablar de por qué se le conoce como Mordor al Estado de México usaremos la historia de un pueblo indígena otomí metido en las montañas del municipio de Lerma, otrora hogar de un gran río, hoy cloaca pestilente. El pueblo se llama Xochicuautla y se ha vuelto famoso por resistir el embate de cientos de policías que resguardan un enorme proyecto empresarial que amenaza sus bosques. Xochicuautla comenzó a sufrir amenazas del gobierno del Estado de México hace diez años. En ese entonces no había grietas en sus cerros ni cemento en sus cañadas, pero los helicópteros de los aeropuertos de Mordor ya cruzaban sus cielos y las enormes tuberías se llevaban su agua a la Ciudad de México.

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Xochicuautla tenía un castillo; o mejor dicho, había una casa de Xochicuautla que parecía un castillo. Desde esa construcción rocambolesca, fuera de sitio, ubicada en el lugar más alto del pueblo, se veía en todo su esplendor todo aquello en lo que los otomí-ñätho creen y defienden: árboles, hongos, animales, agua. También, desde la casa-castillo, se veía el corazón de Mordor: la ciudad de Toluca, donde inclinan la cabeza en náhuatl. Los medios de comunicación, el transporte, la industria; todo en esta ciudad se concentra en manos de una decena de familias. Una manta lechosa y gris durante el día, y una plasta llameante por las la noches se ciernen sobre la capital del Estado de México. En la parte alta del castillo de Xochicuautla se alcanzaba a ver una amenazante línea ancha de cemento que parte del aeropuerto de Toluca.

Fotos por Ignacio Rosaslanda.

2. Del metro Pantitlán salen las peceras a Mordor

Tolkien escribió El Señor de los Anillos con intervalos, durante más de diez años. La saga épica, publicada en tres entregas entre 1954 y 1955, corresponde a la última parte de un legendarium o cosmos total. Tal alcance tiene está saga en la cultura popular que ha inspirado sociedades, cómics, programa radiofónicos, teatro y diversas películas como las de Peter Jackson. En México, tomamos de Tolkien el universo maligno de Mordor. Mordor, poblado por orcos, hienas gigantes y otra clase de criaturas malignas, es el reino oscuro gobernado por Saurón, poseedor de un poderoso anillo forjado en el fuego de Orodruin. En ese anillo residen la crueldad y malicia de Mordor. El anillo fue arrebatado a Saurón después de una guerra contra humanos y elfos. La saga de Tolkien trata del regreso de una cofradía a Mordor para poder destruir el anillo en el fuego donde fue forjado.

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No tiene más de cinco años que el apodo de Mordor se popularizó para referirse al Estado de México. La primera referencia de la que tengo noticia es un mapa que circuló en Facebook de las elecciones del 2012 en el que se dividía a México entre los reinos de humanos libres de Gondor y Minas Tirith. La parte del mapa que votó por el Partido Revolucionario Institucional (PRI) era Mordor.  A partir de entonces, el apodo se popularizó. Hoy, todo mundo lo usa en camiones, en combis, en el metro. Inclusive, el blog de noticias fake El Deforma lanzó en 2013 una nota paródica en la que cuenta que Mordor sería una entidad más de México: "Esta disposición fue preferida sobre la propuesta original que proponía, por similitudes culturales y lingüísticas, integrar a Mordor simplemente como un municipio más del Estado de México". En internet vi otro meme en donde un hombre muy parecido al mago Gandalf, el poderoso mentor de la saga de Tolkien, pregunta a una mujer en el metro: "¿Cómo llego a Mordor?" Ella le contesta: "Llega al metro Pantitlán y de ahí salen las peceras".

3. La caída de un castillo

Para Xochicuautla, Mordor es la incursión de la policía, la presión psicológica, física, una autopista en construcción que avanza para llevar su carácter de ciudad tras de sí, la destrucción del territorio boscoso, el rumor y el miedo constantes. En abril de 2016, una máquina resguardada por granaderos destruyó la casa-castillo de Xochicuautla. Armando García, dueño de la construcción, doctor y exdelegado otomí, es un férreo opositor a la imposición de la autopista de cuatro carriles. Su enorme casa de estrambótico estilo medieval era un referente en la comunidad y descollaba entre las demás. El lugar sirvió como espacio de reuniones de organizaciones sociales y pueblos indígenas. La destrucción del castillo el 11 y 12 de abril del 2016 convirtió en tema nacional la lucha de Xochciuautla. Pero al doctor Armando le importa más una pequeña construcción metros arriba de las ruinas del castillo. "Desde tiempos ancestrales, esta capilla era sitio de descanso cuando los ancestros otomíes hacían recorridos para pedir por el buen tiempo del ciclo agrícola; luego, iban al paraje de la Angoshti y terminaba en un lugar llamado la carga, porque ahí hacían la recarga de ofrendas".  El doctor Armando cuenta aquello bajo una lona. Llueve frente a su nueva casa de tablas. No se me borra de la cabeza una fotografía: El rostro de perfil del doctor, encerrado en la capilla; granaderos del Estado de México esperan a que el delegado otomí salga de ella para demolerla. Pero la capilla se salvó. Oigo decir al doctor Armando, violín al hombro, los motivos esenciales de esta lucha: "Estos lugares quedan marcados por generaciones. Se reconoce que son sagrados y los abuelos le prendían una veladora. Los dueños de los montes eran el viento, el fuego, la lluvia; los abuelos se movían a través de esos elementos y tenían la creencia de que la madre tierra, el viento, fuego y el agua son los elementos que forman nuestra idiosincrasia".

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4. Orcos mexiquenses

Los señores de Mordor mexiquense han gobernado esta tierra sin interrupción desde hace 87 años. El primer integrante de la familia que descuella entre quienes gobiernan el Estado de México fue el intelectual Isidro Fabela, escritor y diplomático cercano a José Vasconcelos. Fabela gobernó la entidad de 1942 a 1945. Atlacomulco, el municipio mexiquense cuna de esta familia, se llama precisamente Atlacomulco de Fabela. La red de relaciones familiares y privilegios nacida con Fabela es conocida popularmente como Grupo Atlacomulco. A ella pertenecen los tristemente recordados exgobernadores Carlos Hank González y Arturo Montiel. El libro Negocios de familia, del periodista Francisco Cruz, contiene anécdotas pintorescas y a la vez aterradoras sobre el Grupo Atlacomulco: "En 1940, doña Francisca Castro Montiel, vidente del pueblo, reunió a los notables del municipio para profetizarles con voz de arcano mayor: 'Seis gobernadores saldrán de este pueblo. Y de este grupo compacto, uno llegará a la Presidencia de la República'". Y Enrique Peña Nieto, miembro de esta familia, llegó a presidente. Peña, quien logró llegar a la presidencia a base del reparto de dádivas en todo el país, está inmerso, de una u otra forma, en una lista interminable de agravios y ridículos que van desde la invasión del pueblo campesino de Atenco hasta una tesis de licenciatura plagiada. Por otro lado, nunca se ha referido al tema de Xochicuautla. Pero lo conoce bien.

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5. Herida de asfalto

Desde Xochicuautla se mira ya el avance de la industria y la violencia: el aire todavía no huele mal, pero allá abajo, el río Lerma se convirtió ya en una serpiente negra, receptora de los desechos del parque industrial que se encuentra en sus orillas. Cientos de granaderos ingresan al pueblo desde abril del 2013. Llegan en la madrugada cuando se acercan asambleas comunales. Es común que policías escolten a la empresa que intenta construir la autopista después de la tala de miles de árboles. El propio doctor Armando y otras ocho personas fueron detenidas en noviembre del 2014 por oponerse a la entrada de maquinaria. A pesar de tener en sus manos diversos amparos, las montañas de este gran bosque de agua fueron rebanadas. Luego, como un balde de agua fría, vino el mensaje: DOF: 09/07/2015 DECRETO (presidencial) por el que se expropia por causa de utilidad pública una superficie de 37-93-86 hectáreas de agostadero de uso común, de la comunidad San Francisco Xochicuautla y su barrio La Concepción, Municipio de Lerma, Edo. de Méx. Considerando. Segundo: "Que por la ubicación geográfica de la zona metropolitana del Valle de Toluca y de la Ciudad de México, se considera que los terrenos materia del procedimiento expropiatorio constituyen paso obligado de los flujos vehiculares entre la capital del país y la Ciudad de Toluca, así como para conectar ambas áreas metropolitanas; por lo que resulta un factor determinante para el desarrollo económico y social para el Estado de México, y para la consolidación, ampliación y modernización de la red de autopistas de altas especificaciones que haga más segura, económica y confortable la interconexión de polos de desarrollo industrial, turístico, comercial y, en general, del transporte de bienes y personas".

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Xochicuautla, el bosque, los pueblos de la montaña, no aparecen mencionados en el decreto expropiatorio firmado por Peña Nieto el 9 de julio del 2015. Durante su tristemente recordado gobierno en Mordor (2006-2012), Peña Nieto concesionó la autopista a Armando Hinojosa Cantú, amigo íntimo y protagonista del célebre escándalo de la Casa Blanca junto con la primera dama Angélica Rivera. La pista, que afecta también a los pueblos de Huitzizilapan y Ayotuxco, pretende ser impuesta en un total de 39 kilómetros en los que se espera que pasen 7,400 vehículos por día. Ya en 2015 el gobierno estatal hablaba de un 50% de avance en su construcción. Desde que los talamontes y las maquinarias entraron al lugar, la violencia contra Xochicuautla adquirió otro rostro. Ya no se trataba de soportar granaderos en asambleas, sino de la entrada de taladores y maquinaria resguardados por la policía estatal. Con ellos, llegó el miedo diario.

6. Trabajadores del tiempo

Mientras el humo y el copal se expande sobre el cielo, el violín marca el ritmo de una ceremonia ancestral. Las imágenes de santos son católicas, pero este ritual no es católico. La facultad de controlar el tiempo, que en el catolicismo pertenece a dios, aquí pertenece a los designados por el dedo relampagueante de la deidad del agua. El don de leer la tierra pertenece a estos Trabajadores del tiempo. Su don se traspasa de generación en generación. Sin ellos, sin sus rituales de montaña, el equilibrio espiritual y climatológico de la región está en peligro. Ofrendas aparecen frente a los portales entre este y el otro mundo. Los Trabajadores del tiempo bailan frente a las enormes piedras de esta sierra. A orillas de la ofrenda colocan hierbas y naranja. El copal ahuma, frente a las cruces colocan hierbas, naranjas y plátano. Luego aparece el pan.  Y una rosa. Luego chocolate y azúcar.  El Trabajador del tiempo espolvorea azúcar sobre toda la ofrenda. Estamos en la ruta de peregrinar. Este es el recorrido rumbo al templo del gran cerro de la Campana. El aire mueve todo. Enfrente hay una silla de montar de piedra. Parece un observatorio. Desde aquí, el doctor Armando le exprime sonidos viejos a un violín: "Les hacemos ver cómo el otomí no ocupaba antes de la conquista más que símbolos en su madre tierra. Así ha sido por años, a los cinco años nos traían a acarrear la leña y no nos acabamos los montes; y ahora en unos días nos tiran miles de árboles".  Enfrente se ve el trazo de la autopista.

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7. Evidencias de que el tiempo pasa

En Xochicuautla existe todo un entorno arqueológico, explica el antropólogo David Silva Carmona, egresado del diplomado de derechos de pueblos y comunidades indígenas y del peritaje en ciencias antropológicas por la Coordinación Nacional de Antropología. Subimos por la herida fresca de la montaña. Aquí hondeó por muchos meses una bandera de México. La tierra, roja, ya alberga verdor. Algunos árboles, rodeados de piedritas, asoman entre la herida.  A raíz de la destrucción del hogar del doctor Armando, los otomíes convocaron a una organización llamada Red de Antropologías Populares del Sur para conformar juntos una Comisión de Documentación que comenzó a recorrer diversos parajes. Los antropólogos sospechan que las construcciones tienen continuidad en toda la Sierra de las Cruces y el Bosque Otomí-Mexica, reconocido como santuario del agua por las propias autoridades del Estado de México. David hace una revelación: En la montaña de Xochicuautla podrían existir terrazas prehispánicas. Los habitantes del lugar los conocen como barditas o mesas de piedra. Sus esquineros son circulares. Quizás podrían albergar temascales y centros de adoración. En un paraje llamado Pondishi, los antropólogos encontraron pruebas de la existencia de una necrópolis o zona de entierro con restos óseos y cerámica. "De comprobarse su autenticidad, esto sería una zona de monumentos arqueológicos no aislados", cuenta David. Los trabajos de la autopista ya habrían afectado gravemente estos sitios: seis bardas entre 60 y 100 metros de largo fueron derribadas.

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La comunidad hizo una denuncia (757/2016) ante el Instituto Nacional de Antropología e Historia división Estado de México por daño año al patrimonio arqueológico. A raíz de esto, el INAH hizo tres visitas de prospección, midió las terrazas, observó la fractura del trazo, recogió muestras. David asevera que si se determina que las bardas son construcciones prehispánicas, el Decreto Expropiatorio de Peña Nieto no tendría validez, ya que no se pueden expropiar bienes arqueológicos. "Ya hay daños irreparables pero si se cancela la obra aquí, hay posibilidad de restaurar e investigar y esto es fundamental para la identidad de la comunidad. Si hay carretera, ya no cae el rayo; si se destruyen estos sitios, ya no hay evidencias del paso del tiempo", culmina David.

8. #MadMex y la guerra que se viene

El rumor se extiende por Mordor: Ahí vienen saqueando los comercios; ahí vienen asaltando; quemando los Oxxo. Pero aquí no hay Oxxos. No importa: Xochicuautla se encierra como decenas de pueblos, barrios, ciudades en el Estado de México. Así comienza el 2017 para Mordor, el mayor bastión electoral del PRI. Toluca, Lerma, Huixquilucan, Naucalpan, todo el territorio por el que el gobierno mexiquense pretende cruzar la autopista fue cruzado también por el miedo. José Luis Fernández, vocero del movimiento en defensa del bosque de Xochicuautla, me dice por teléfono que a las cuatro de la tarde del cuatro de enero del 2017 el delegado de su comunidad recibió una llamada. Se enteró de que sucedían cosas graves. Le dijeron estuviera pendiente porque ya venían en las Tres Cruces. ¿Quienes venían? El rumor: alguien venía robando camionetas y saqueando negocios. Algunos días antes, la región de Lerma se levantó contra el alza de precios de la gasolina y bloqueó autopistas.

"Vemos que las protestas contra el gasolinazo estaban creciendo, pero ahora pensamos que quieren generar un estado donde los diputados podrían decir que la paz social se está rompiendo y lo que tienen que hacer es declarar el estado de excepción y que entre la fuerza pública". Los otomíes en resistencia se encontraban reunidos en la casa provisional de madera del doctor Armando. Tomaron un carro y dieron una vuelta hasta La Capilla, comunidad del vecino pueblo de Huitzizilapan. Todos los negocios estaban cerrados. La gente, reunida por el toque de campanas, se encontraba a la expectativa. Allá decían que en Xochicuautla estaba saqueado. En Xochicuautla dijeron que la cremería de Huitzizilapan estaba saqueada. Pero no pasó nada en ninguno de los dos lados. En una parte del camino, una patrulla se emparejó detrás del automóvil que conducían los comuneros de Xochicuautla. Los policías los rebasaron, y cuando encontraba grupos de gente platicaban con ellos. La patrulla no traía numeración. "Se rumora que es Eruviel el que inicia esto, las patrullas son las que andan corriendo el rumor. ¿Por qué? Es el bastión del PRI y deben meter miedo y esos actos para que tengan credibilidad. Ahorita ya no la tienen. Por eso meten la psicosis; para decir que el gobierno está trabajando".

Mordor tendrá elecciones en 2017. Alfredo del Mazo, primo de Peña Nieto, virtual candidato para ocupar la gubernatura de Mordor, fue alcalde del municipio de Huixquilucan, ubicado justo en medio del trazo de la autopista y uno de los más afectados por los rumores del saqueo. La elección de Del Mazo, o cualquier otro heredero del PRI, del PAN, del PRD, significaría la continuidad de los embates contra las comunidades otomíes. Tolkien escribió sus novelas como una diatriba contra la guerra. Hoy, en pleno 2017, la guerra es un rumor convertido en histeria. Dos imágenes muy ilustrativas circularon por internet aquellos días. Las dos traían la leyenda "Mad Mex"; carros de Pemex y gasolineras ardían con hombres en armas al estilo de las películas de la saga de ciencia ficción Mad Max, en la que huestes pandilleras recorren las carreteras en un Australia distópico.

Si bien el título Mad Max hace referencia al nombre del protagonista de las películas: Max; también significa "máxima locura". Ilustrado por Tolkien o por la ciencia ficción de Mad Max, el Estado de México-Mordor vive la máxima locura que se expande de su territorio a la Ciudad de México, a Hidalgo, a Veracruz, y más allá. La ficción se convierte de nuevo en la máscara burlona de la realidad, e incluso se incrusta en ella para revelarnos sus aspectos más oscuros.