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Comida

El fraude de la competencia de UberEATS

Este proyecto de servicio a domicilio de alimentos y bebidas se esfumó con la promesa de beneficiar a personas con negocios de comida y futuros accionistas.
Photo via Flickr user piratejohnny

"El ingrediente que le faltaba a la gastronomía urbana para ser entregada en minutos a sus comidistas", decía el slogan de la startup Foodies; una aplicación mexicana de servicio a domicilio de comida que, después de recaudar $963,202 miles de pesos en Fondeadora nunca existió.

La compañía de servicio a domicilio de alimentos y bebidas que se esfumó con la promesa de beneficiar a personas con negocios de comida y a futuros accionistas de este proyecto.

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Miguel Islas, el fundador, ya era considerado como un "mexicano chingón" por emprender KanGou en 2015 —la primera plataforma de servicio de mensajería en bicicleta en Latinoamérica— algo muy parecido a Rappi. Y ahora, con Foodies, prometía ser la competencia mexicana de UberEATS.

"Sin duda el principal jugador internacional es Uber, con su servicio especializado en entrega de comida que llaman UberEATS, pero hasta hoy sólo lo ofrecen en Los Ángeles, Nueva York, Chicago y Toronto", dijo "Mick" Islas en la presentación de su proyecto. "O sea que es el momento ideal para que inviertas tu dinero en este nuevo concepto innovador y todavía único en México".

Mick tuvo éxito. Atrajo accionistas a través de la Fondeadora y consiguió $500 mil pesos mexicanos que serían destinados al branding, la publicidad digital, imprenta y un product manager para toda la parte estratégica de comunicación.

El fondeo finalizó en abril de este año casi duplicando la cantidad esperada. Lo que atrajo a los fondeadores fue la jugosa recompensa de Foodies, pues convertía a los fondeadores en accionistas si invertían una cantidad arriba de $1000 pesos mexicanos.

Después de que Fondeadora declarara exitosa la recaudación de capital de la startup y se hiciera la entrega de dinero a Miguel Islas era momento de que se reuniera con los inversionistas para desarrollar la estrategia accionaria y visualizar el éxito de la empresa. Tras crear grupos cerrados en redes sociales para mantener conectados a los fondeadores, uno de los accionistas indicó en una entrevista para el portal de noticias Excélsior que entre el mes julio y agosto de este año se perdió por completo la comunicación con Miguel, quien desapareció sin dejar rastro.

René Serrano y Norman Müller, fundadores y directores de Fondeadora, comenzaron a recibir quejas de fondeadores con la misma situación, así que decidieron buscar a Mick en su casa, pero él ya había abandonado el lugar.

El caso aún no es declarado oficialmente como fraude; sin embargo Fondeadora está consciente del compromiso que tiene con cada uno de los que apoyaron el proyecto, así que está participando activamente en la investigación y localización de Miguel Islas. "En Fondeadora ofreceremos asesoría legal y apoyaremos a los fondeadores que confiaron en el proyecto de Foodies", dijo Norman Müller, director general de Fondeadora. "Como primer paso hemos presentado una denuncia y colaboraremos con las autoridades para llevar esto hasta sus últimas consecuencias".

A pesar de que Fondeadora no es legalmente responsable por las recompensas de los fondeadores, podría ser investigada y enfrentarse a una sanción de la Comisión Nacional para la Defensa de los Usuarios de Instituciones Financieras (CONDUSEF).

Esperemos que Mick aparezca, en primera porque queremos que los fondeadores recuperen su dinero —de la app ya ni hablamos porque ya tenemos UberEATS—, pero también porqué menos de un millón de pesos robados no le va a alcanzar para vivir mucho tiempo en fuga y con el quemón social que ya se causó.