Foto de un hámster (que no es Pebbles) vía Getty Images y Spirit Airlines (Derecha) vía aul Martinez / Bloomberg vía Getty Images
Si algo nos enseñó el famoso pavo real de Instagram, es que viajar con un animal exótico de compañía puede convertirse en una pesadilla. Sin embargo, a Pebbles le fue mucho peor que a Baxter, un hámster de compañía que, según los informes, fue arrojado a un escusado del aeropuerto cuando le dijeron a su dueña que no se la podía llevar en el avión.Belen Aldecosea, una estudiante de 21 años que vivía en Baltimore, le dijo al Miami Herald que había autorizado a su hámster Pebbles como animal de apoyo emocional a través de Spirit Airlines antes de llevarla en avión a Miami. Pero después de que le llamó a la aerolínea dos veces antes del vuelo, y de que ya había pasado el check-in, Aldecosea afirma que una empleada de Spirit la persiguió para decirle que los roedores no estaban permitidos.
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Llena de desesperación, dijo que reservó un vuelo más tarde e intentó rentar un coche para conducir desde Baltimore hasta el sur de la Florida, pero como era temporada alta, no había coches disponibles. Sin amigos ni familiares que la recogieran, Aldecosea dice que pensó en tomar un autobús, pero que le hubiera tomado demasiado tiempo y que necesitaba regresar para un procedimiento médico.Ahí fue cuando Aldecosea dice que un empleado del aeropuerto le dijo que dejara libre a su mascota, o que la tirara al escusado. En lugar de dejarla morir congelada, Aldecosea le dijo al Herald que decidió hacerlo rápido. Fue a un baño en el aeropuerto internacional de Baltimore-Washington, dejó caer Pebbles en el escusado y le jaló."Ella estaba asustada. Yo estaba asustada. Fue horrible intentar meterla al escusado", le dijo Aldecosea al Herald. "Estaba muy triste y llorando. Me senté allí durante unos diez minutos a llorar".Por su parte, Spirit reconoce que, por error, le dijo a Aldecosea que se podía llevar a su hámster en el avión, pero que no tenía nada que ver con tirarlo al escusado."Para ser claros, en ningún momento nuestros agentes sugirieron que este cliente (o cualquier otro para el caso) debería tirar o lastimar a un animal", dijo el portavoz de Spirit, Derek Dombrowski, en un comunicado al Herald.Ahora, Aldecosea, que dice que "no tuve otra opción", está contemplando la posibilidad de demandar a la aerolínea, argumentando que le dio información falsa y que la obligó a arrojar a su mascota a su tumba acuosa.
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"No era un pavo real gigante que pudiera representar un peligro para otros pasajeros", le dijo el abogado de Aledcosea, Adam Goodman, al Herald. "Era un diminuto y lindo hámster inofensivo que cabía en la palma de tu mano".
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