¿Cómo deberían demolerse los edificios dañados por el sismo en la Ciudad de México?
Así quedó el edificio ubicado en Génova 33, de la colonia Juárez. Imagen vía Cuartoscuro.

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¿Cómo deberían demolerse los edificios dañados por el sismo en la Ciudad de México?

Esta semana el gobierno anunció el derribo de 13 edificios. Un especialista nos explicó paso a paso las maniobras para tirar de manera correcta un inmueble con sentencia de muerte.

Después del terremoto del pasado 19 de septiembre, muchos capitalinos caminan por las aceras de la Ciudad de México con la vista hacia arriba. El temor a que algún edificio resquebrajado colapse de un momento a otro es evidente. Se alejan de las banquetas e invierten pasos de más esquivando esas edificaciones maltrechas, muchas de ellas precintadas. Al día de hoy el gobierno de la Ciudad ha confirmado que ya hay 13 edificios confirmados para demolición. Y serán más.

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De hecho, el Jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera anunció que este martes han comenzado las tareas de demolición en los ubicados en Concepción Béistegui número 1503, en la colonia Del Valle; San Antonio Abad 122, colonia Tránsito, y el de Génova 33, colonia Juárez.

El edificio de Concepción Béistegui, previo a su demolición. Imagen vía Cuartoscuro.

Ahora la preocupación es que esas demoliciones —toda una ciencia— se hagan de manera perfecta.

Hablamos con Luis Feijóo, arquitecto y maestro en Ciencias por la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM), campus Xochimilco, a quien le preguntamos cómo tendrían que hacerse esas demoliciones de manera correcta.

La demolición ideal de un edificio

Básicamente hay tres formas de echar abajo (intencionalmente) un inmueble. Una es la manual; otra, la que requiere intervención de maquinaria pesada; y la última se sirve de explosivos.

El gobierno de la CDMX anunció que por cada uno de los edificios que tengan que demolerse hará un estudio para determinar el mejor mecanismo: ya sea con el uso de grúas que retiren losa por losa o mediante una demolición controlada con métodos alternativos.


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En términos generales, la forma más segura de lograrlo es la manual. No obstante, lleva más tiempo. La que usa explosivos es mucho más rápida, pero por lo consiguiente es violenta y viene acompañada de otro tipo de riesgos para edificios cercanos y trabajadores de la obra.

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No existe forma de determinar qué modalidad conviene más a un inmueble sólo con verlo. Muchos factores intervienen en ello: desde la forma en que fue construido, la plena ubicación de sus fracturas, el tipo de maquinaria con que se cuenta e incluso el grado de destrucción que haya en edificios contiguos.

Sea lo que sea que decida la Secretaría de Obras y Servicios (SOBSE), quien será la encargada de ejecutar las demoliciones —de acuerdo con los estándares establecidos por el Instituto para la Seguridad de las Construcciones—, hay ciertos requerimientos a tomar en consideración antes de empezar.

El primero de ellos tiene que ver con los trabajadores, quienes deben ser los primeros a quienes se les garantice seguridad mediante el suministro de líneas de vida (dispositivos que evitan caídas), arneses, cascos, guantes y lentes protectores. También tiene que evaluarse si es necesario desalojar a los habitantes de edificios cercanos. Lo ideal es que así fuera, pero no siempre es necesario.

Según Luis Feijóo, el tipo de demolición que seguramente más utilizarán, dada la naturaleza de los daños que ha visto, es la manual. Para ello, se empieza siempre desde el nivel más alto al más bajo, apuntalando la base de la construcción y los puntos de mayor riesgo.

Luego de asegurarse de que no haya suministro de electricidad, gas, ni agua, se tiene que retirar la cancelería y el mobiliario que aún quede. A partir de ese punto inicia la demolición real. Se empieza destruyendo losas, los muros del último piso, las cadenas o trabes, y después las columnas. Lo mismo tiene que repetirse en cada nivel.

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Llegado este punto, vale la pena hacer una anotación importante: al tiempo que se hacen estas maniobras, un equipo debe encargarse exclusivamente de juntar y bajar todos los escombros que se produzcan. De lo contrario, la acumulación de ellos, más el peso de las personas y las herramientas, podrían provocar un colapso.

Para finalizar las labores en los pisos de más abajo es necesario meter maquinaria pesada. No siempre se retira la cimentación, porque generalmente no representa un riesgo. Sin embargo, queda a elección del jefe de la obra, en caso de que considere que el caso sí lo amerita.

Cuando se trata de edificios de pocos pisos es recomendable usar maquinaria pesada. Imagen vía Cuartoscuro.

La ruta del escombro

Este último paso es algo que muchos se han cuestionado. De acuerdo con Feijóo, quien además es especialista en temas ambientales enfocados a la construcción, no todos tienen el mismo destino, aunque casi siempre desembocan en reciclaje.

Los metales y los cables pueden rescatarse, separarse y enviarse a empresas que se dedican exclusivamente a eso. Los trozos de concreto (libre de varillas) y tabiques deben mandarse a un tiradero autorizado, donde los pasarán por una fase de trituración para volverlos una especie de grava, que puede usarse para fabricar concreto nuevamente.


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Aunque no lo han hecho público aún, se supone que a estas alturas la SOBSE ya debe tener muy bien definido su plan de manejo de residuos, así como el destino de cada tipo de ellos.

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Sobre la posibilidad de que los escombros pudieran ser utilizados para relleno en algunas partes de la ciudad, Feijóo dice que no tiene nada de malo. Al contrario, por las propiedades del concreto, asegura, es bastante seguro y factible.

Los estragos materiales del terremoto, irónicamente, podrían ayudar a resanar de alguna forma la cuarteada Ciudad de México.

Aquí la lista de lo edificios que se continuarán demoliendo.

  • Versalles 37, colonia Juárez, delegación Cuauhtémoc.
  • Tokio 517, colonia Portales norte, delegación Benito Juárez.
  • Patricio Sanz 37, colonia del Valle, delegación Benito Juárez.
  • Canal de Miramontes 3010, colonia Girasoles, delegación Coyoacán.
  • Paseos del río 10, colonia Paseos de Taxqueña, delegación Coyoacán.
  • Escocia 29, torre 2, colonia Parque San Andrés, delegación Coyoacán.
  • Escocia 33, colonia Parque San Andrés, delegación Coyoacán.
  • Hamburgo 112, colonia Juárez, delegación Cuauhtémoc.
  • Calzada de la Viga 1756, colonia Héroes de Churubusco, sección primera, delegación Iztapalapa.
  • Sonora 149, colonia Roma norte, delegación Cuauhtémoc.

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