“América no representa a México en el Mundial de Clubes”, Vergara tiene razón

El "escándalo" se suscitó hace unos días cuando algunos sitios deportivos dieron a conocer que los medios japoneses desconocían al Club América. Cómo era posible que el campeonísimo del futbol mexicano, el club más disciplinado, honesto y amado, al que ya daban por muerto en su Centenario, pero que ahora se encuentra en la final del balompié nacional, fuese objeto de tal descortesía de un grupo de asiáticos que de futbol seguro no saben un carajo.

Más de uno se rasgó las vestiduras y llegó a la conclusión —quiero pensar— de que el Club América (y México en general en cuanto al ámbito futbolístico), no es el ombligo del universo. Por si el lector no se había dado cuenta de la cruel realidad, extiendo mi más sentido pésame por abrirle los ojos ante el mundo.

En entrevista para el diario Récord, Jorge Vergara afirmó que el Ame sólo "… representa al América [en el Mundial de Clubes], no creo que represente a México, porque no tiene puros jugadores mexicanos, así que representa a su equipo". Aunque las declaraciones de Vergara también pecan del discurso trasnochado nacionalista que tanto nos gusta masticar y escupir en México —ya que no se necesita tener un equipo plagado de jugadores mexicanos para representar a esta nación—, el actual dueño de Chivas puso el dedo sobre la llaga del sentimiento nacionalista que sólo en cuestiones de futbol sale a relucir en el mexicano, y que los medios deportivos de este país se encargan de embutir en la psique de los espectadores.

¿Por qué el aficionado de Monterrey o de cualquier otro equipo tendría que apoyar al América en su divertida gira por tierras niponas? ¿Por qué nos une el sentimiento de lo "mexicano"? ¿No será más bien que este concepto es puro humo y su vigencia ya no es la misma? El tema da para una larga conversación en los pantanosos suelos de la filosofía, pero no vayamos tan lejos: no podemos tolerar algo que odiamos, deportivamente hablando. Punto.

La decisión de apoyar o no al América, en lo que pinta como una desastrosa actuación más ante los ojos del planeta, se reduce a una mera decisión cotidiana de gustos o propiedades. Nada más. Incluso existen aquellos que llevan el futbol en la sangre y que les importa poco o nada lo que pase en el torneo más innecesario creado por la FIFA (después del vergonzoso torneo de la CONCACAF).

También es cierto que a Jorge Vergara le da por escupir palabras al aire sin pensar mucho, casi siempre después de una riña con algún directivo del futbol mexicano o involucrado en éste. Pero la reacción de los fanáticos y pseudoperiodistas ante la supuesta grosería e ignorancia de la prensa japonesa por no saber que el campeón de la CONCACAF hará su debut este domingo ante Jeonbuk de la República de Corea, habla mucho de cómo el mexicano promedio se siente amenazado, vulnerado, ultrajado, cuando se da cuenta que el equipo de sus amores no es el producto que le han vendido toda la vida: campeonatos de dudosa procedencia, controversias con el arbitraje, los obscuros acuerdos de su televisora, entre muchos otros trapitos.

Como afirmó el mandamás de Chivas al final de la misma entrevista, "que les vaya bien en su viaje, que disfruten mucho la comida japonesa", y que se repongan pronto antes de su cita ante Tigres para que no haya excusas.