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Comida

Beber vino es bueno para quemar grasas y para emborracharse también

Buenas noticias: El vino tinto no solamente es bueno para el corazón, también ayuda a quemar grasas.

Queridísimo amigo alcohol: abrázanos en tu tierno regazo y nunca nos dejes ir.

Todo el mundo conoce ese dicho que asegura que una copa de vino tinto a la semana es buena para el corazón. Considerando cómo bebemos, nuestro sistema cardiovascular va a sobrevivir más que el robot Wall-E que la NASA envió a Marte.

Y sí, sabemos que el resveratrol puede ser fantástico para preservar todos nuestros recuerdos de intentar cantarle —borrachos, por supuesto— canciones de Drake a nuestros gatos. Pues, el vino tinto también tiene poder de convertirnos en historietas humanas de Cathy.

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Ahora hay aún mejores noticias para los vinófilos: el vino tinto puede ayudar a desechar grasa. Si las amas de casa reales dijeran "¡hurra!", lo estarían diciendo ahora.

A decir verdad, esto no tiene nada que ver con el vino en sí. Podríamos muy bien comer uvas moscatel o beber su jugo para obtener un efecto similar. Según una investigación recientemente publicada en El Diario de Bioquímica Nutricional, el suculento y aliviador efecto del alcohol es simplemente un efecto colateral.

Los investigadores del estudio estaban particularmente interesados en el ácido elágico, un compuesto encontrado en las uvas moscatel que retrasa el crecimiento de las células grasas existentes y la creación de nuevas. También ayuda a estimular el metabolismo de los ácidos grasos en las células del hígado, lo que puede ayudar a aumentar el funcionamiento del hígado en las personas con sobrepeso.

Pero uno de los investigadores en el estudio, el biólogo molecular y bioquímico Dr. Neil Shay de la Universidad del Estado de Oregon, advirtió que el ácido elágico no es una cura para la pérdida del peso. "No encontramos, ni tampoco esperábamos hacerlo, evidencia de que estos compuestos mejoren el peso corporal", dijo en un comunicado de prensa.

Los investigadores alimentaron a un grupo de ratones con una dieta típica de comida de ratón, con un contenido de 10 por ciento de grasa. Otro grupo fue alimentado con una dieta de 60 por ciento de grasa. Shay llamó a los ratones con la dieta de alto nivel graso "un buen modelo para una persona sedentaria que come demasiada comida chatarra y no hace el ejercicio suficiente".

Los grupos de ratones fueron divididos una vez más. Algunos de ellos recibieron un extracto de uvas moscatel equivalente a una copa diaria de uvas para un humano. Luego de diez semanas, los ratones de dieta alta en grasa que no habían consumido el extracto desarrollaron la enfermedad de hígado graso y presentaron síntomas de diabetes. Pero a los que sí se les dió el extracto, acumularon menos grasa en sus hígados y tenían niveles de azúcar más bajos que sus desafortunados colegas.

De esto se concluye que el ácido elágico puede actuar en los receptores hormonales que hacen funcionar al metabolismo de grasa y glucosa en la misma forma que lo hacen algunos medicamentos. Una dieta modificada, entonces, podría ayudar a llevar a la bioquímica del cuerpo el la dirección correcta.

"Estamos intentando validar las contribuciones específicas de ciertos alimentos por sus beneficios a la salud", dijo Shay. "Si estás fuera comprando comida, y sabes que cierta fruta es buena para una enfermedad que tienes, ¿no querrías comprar esa fruta?"

Y vino también, Dr. Shay. Vino también.