Tomatillo. Dilo en voz alta: to-ma-ti-llo. Ese vegetal verde y cubierto de hojas hermano del jitomate es uno de los vegetales más icónicos de la cocina mexicana.Pero esa no es la única razón para amar a los tomatillos —también llamados tomate verde o miltomate—, sino las infinitas combinaciones en las cuales puedes jugar con su sabor. Una de ellas son las salsas.Mezclados con aguacates —otro favorito—, chiles serranos, poblanos y una buena dosis de cilantro, los tomatillos ofrecen un toque ácido a la salsa picante, herbal y —gracias al aguacate— súper cremosa.
Ligera, fresca y verde. Esta salsa grita primavera. Realmente es el resultado perfecto entre guacamole y salsa. Dos pájaros de un tiro.Gracias, tomatillos.RECETA: Salsa de aguacate y tomatillos