Ir de visita a un museo normalmente implica pasear por un espacio de galería, considerando seria o casualmente diferentes exhibiciones, y después consumir un bien merecido bocadillo para amortiguar todo el consumo de cultura. El carro de hot dogs, The Salchiboxto combina lo mejor de estos dos mundos, en la manera más literal; el nombre es la traducción directa de dos palabras vascas: salchicha y boxto, el sobre nombre del Guggenheim Bilbao. El museo español, diseñado por Gehry, hermano del museo americano.
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Con un diseño pulcro y portable, el Salchiboxto ofrece un vistazo a la cultura artesanal de Bilbao. La salchichas de la carnicería familiar La Moderna, la cerveza artesanal de La Salve, el pan de una panadería local, así como una original mezcla de una salsa y mostaza del Guggenheim se juntan para crear un delicioso hot dog de diseñador.
El estudio de diseño detrás de Salchiboxto, Arquimaña (en comisión del Guggenheim), hablan con The Creators Project sobre los detalles estéticos: “El carrito tenía que cumplir con premisas muy claras: evitar el arquetipo de un carrito de hot dogs y evocar la esencia de los productos hechos con un balance de tradición y modernidad”. El resultado es un carro plegable hecho de una estructura de hierro pintado de blanco, una superficie de roble y puertas personalizadas cortadas con láser que proporcionan sobra cuando se abren. El escritorio plegable les da a la gente un lugar donde quedarse alrededor del carro y disfrutar de una cerveza y un hot dog.
“El carrito puede conectarse a los postes de luz y tiene capacidad para 150 botellas de cerveza y 500 salchichas. Tiene una parrilla removible y sistema de sonido stereo que nos permite utilizarlo en eventos culinarios alternativos dentro del Bistro Guggenheim”.
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