¿Por qué amamos los mariscos en la cruda?
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¿Por qué amamos los mariscos en la cruda?

Desmenuzamos una de las prácticas que más adoramos después de un día de fiesta.

Artículo publicado por VICE México.

Hoy es viernes y estoy muy crudo, tanto que es probable que hoy y mañana no haga mucho con mi vida además de ver series, reposar, medio leer, surfear Instagram y fumar marihuana para aminorar el daño cerebral que tengo. Entre estos asquerosos síntomas destacan la fatiga, el dolor de cabeza y la acidez estomacal, la primera se puede disminuir comiendo o tomando algo con azúcar para reponer la que se fue de nuestra sangre por culpa del alcohol. La acidez y otros malestares estomacales se pueden controlar con sal de uvas o antiácidos, pero seamos honestos, la cruda, nunca —con énfasis—, logra desaparecer de forma milagrosa, siempre quedará un vestigio anímico o físico de la fiesta anterior que te recordará que no todo es baile, chupitos y coqueteos en la oscuridad, y precisamente ahora, mientras termino este texto, me descubro como un paraíso arqueológico de estos recuerdos.

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Cada lugar en el mundo tiene su forma específica, y según milagrosa, para curarse la cruda, unos recomiendan tostadas con miel —guácala—, otros sugieren espárragos, por sus aminoácidos, y garbanzos, por la vitamina B6 que según es una superheroína que adora combatir la resaca. Otros, ilusos y tristes, arrepentidos y bellos, optan por ir al gimnasio a quemar las calorías de sus cubas. Este último método me parece, a pesar de que la ciencia me escupa, el peor, lo asocio con ir a misa después de haber cogido.

Para nuestra fortuna, y gracias a la posición geográfica de Latinoamérica, hemos diseñado con las más finas herramientas, mecanismos de defensa exquisitos para partirle los huesos a la resaca, entre los más populares: mariscos, caldos de pescados y micheladas. Cabe aclarar que el jugo de tomate con el que se preparan las miches también tiene almeja y a veces camarón.

Pero, ¿por qué demonios sentimos tanta satisfacción al comer frutos de mar después de un pedón? Sea en cocteles, tostadas, ceviches, caldos o un pez entero, en gran parte de Latinoamérica, y seguramente de otras latitudes, hemos encontrado un refugio en la ingesta de estos animales acuáticos. Con mi monumental cruda, busqué a Paola Martinez, nutrióloga poblana con la que además de sabiduría, también he compartido fiesta y platos de mariscos, para conocer qué tienen estos platillos que los hace más mágicos que la tostada con miel o las dos horas en el gimnasio.

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Paola me contó que cuando estamos crudos, uno de los síntomas más comunes es el daño a la pared intestinal —no por la resaca en si, sino por el consumo de alcohol—. Esta afectación tiene como resultado una absorción distinta de algunos elementos, como el complejo B, esto quiere decir que nuestro cuerpo baja sus niveles de esta sustancia, y, acá es donde se pone bueno, el salmón y otros pescados parecidos vienen cargados de este complejo, así que inconscientemente esa mojarrita al mojo de ajo te está reponiendo esa parte de complejo B que andaba en números rojos.

Y luego hablamos del Zinc, otro elemento químico que se ve afectado por nuestros consumos y horas de fiesta. Esta sustancia podrías consumirla a través de píldoras o suplementos alimenticios para volver a estabilizar tus niveles de Zinc, pero si no eres de esas personas que de forma asidua consumen este tipo de productos, puedes sustituirlo de forma inmediata, nada más y nada menos, que con almejas, ostras, mejillones y cangrejos, todos esos animales deliciosos que se pueden encontrar en la carta de cualquier marisquería o puesto callejero. Aquí me gustaría destacar un puesto que está saliendo del metro Chabacano, sobre Tlalpan dirección norte. Sus montañas de frutos de mar son equivalentes a lo buenos que son. No son caros y puedes pasearte por las tiendas de antigüedades que hay por la zona.

Y para terminar me contó del magnesio, otro elemento que debido a lo sentimental que está nuestra pared intestinal tampoco es capaz de retenerlo, y queridas amistades, este elemento se encuentra en el ya mencionado previamente salmón, así como en camarones, atunes y pulpos. Benditos mariscos.

La conversación con Paola fue una sutil sugerencia para salir en busca de todos estos nutrientes y de esta forma considerar salir a fiestear más este fin de semana, a fin de cuentas, siempre habrá decenas de marisquerías dispuestas a levantar muertos devolviéndoles un poco de vida.


Sigue a Paola y a Luis en Instagram para ir por unos tragos y unos marisquitos al día siguiente.