Las mejores llegadas a los campamentos de entrenamiento 2017-18 de la NFL

Cada vez se respira más el inicio de la temporada regular 2017-18 de la NFL. Los equipos han empezado a recibir a sus jugadores para dar inicio a las prácticas y asignar los puestos titulares a aquellos que se dejen el alma en el campamento de entrenamiento. Lo más fácil quedó atrás, y ahora tendrán que competir para ganarse la confianza de sus entrenadores y compañeros.

Sin embargo, antes de las agotadoras pruebas físicas a las que serán sometidos, algunos jugadores se tomaron la libertad de agregarle un toque exótico/raro a sus llegadas. Estas son algunas de las más llamativas que se han presentado en los últimos días.

El receptor abierto estrella de la franquicia de Pittsburgh se habría llevado el premio a la llegada más classy-exagerada de este año, de no haber sido por su compañero de equipo James Harrison (ver más abajo). Brown reportó con los Steelers arriba de un Rolls-Royce Phantom I Phaeton, modelo 1930, de cuatro puertas convertible. Para no desentonar con el costoso pedazo de hojalata, Brown lució un traje (probablemente Gucci, Prada o Armani; da igual) color gris adornado con un curioso patrón a cuadros, y unas pantufla-zapato de terciopelo (¿?).

Ojalá su nivel de juego con los Steelers pueda estar a la altura de su entrada de este año.

Este año, Harrison le arrebató el premio a la llegada más extraña y original a su compañero de equipo, Antonio Brown. Cuando creíamos que el receptor había sobrepasado al resto, el veterano Harrison llegó conduciendo un camión de bomberos con todo y la sirena prendida.

¿Qué es eso que obliga a algunas personas a hacer hasta lo inimaginable con tal de llamar la atención? Harrison logró capturar la atención de los medios, cerró su camión (probablemente rentado) y caminó hacia las instalaciones para reportarse con su equipo.

El pateador de Chicago, Patt O'Donnell, se atrevió a romper el molde y se presentó con el equipo de Chicago arriba de un lujoso McLaren color negro.

Lo curioso del caso es que el precio de estas máquinas oscila entre los 200-300 mil dólares, y se dice que O'Donnell ganaría esta temporada cerca de 700 mil dólares, es decir, el auto deportivo es casi un tercio de su salario anual. Desconocemos si el auto pertenece a él en realidad o si se trata de un capricho de un par de días.

El liniero ofensivo de Chicago optó por una llegada mucho más humilde que su compañero O'Donnell. Erick Kush se presento en las instalaciones de los Bears arriba de una bicicleta como si se tratara del primer día de clases.

Hace un par de días, el novato receptor de Carolina, Curtis Samuel, nos regaló una postal poco usual en la NFL. Curtis no llegó a las instalaciones de los Panthers conduciendo un lujoso carro deportivo o una bicicleta de 12 velocidades, el receptor abierto fue captado, al parecer, bajando del auto de su madre.

Los rituales en la NFL son muchos, desde los festejos en la zona de anotación hasta los diseños en los tachones donde suelen rendir homenaje a todo tipo de personas. Las llegadas a los campamentos de entrenamiento son parte de ese universo que nos encanta del futbol americano profesional estadounidense.