Curacrudas: Ramen frío con los restos del refri

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Comida

Curacrudas: Ramen frío con los restos del refri

No pretendemos que hagas el ramen tradicional en sábado por la mañana mientras cargas con la cruda. Este ramen se hace en 10 minutos y no necesitas quitarte la pijama para conseguirlo.
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A estas alturas el ramen no necesita presentación, ¿verdad? Es uno de esos alimentos que ha viajado por todo el mundo, como el taco. Sí, sí, podríamos ponernos ñoños y hablar de las cientos de variedades que se pueden encontrar en Japón o de cómo ha viajado a países completamente ajenos a Asia como Argentina, pero no lo haremos. No hoy, que lo único que importa es quitarnos esta cruda del demonio que nos dejó la fiesta de ayer.

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Resulta que el ramen es un gran remedio curacrudas porque, bueno, tiene todo: caldo, carne, pasta, umami…además de que lo consigues donde sea. Puedes ir a la fonda japonesa más cercana que tengas —si estás en la Ciudad de México, te recomendamos que vayas a comer el ramen de Kura—, o de plano ir al 7-eleven más cercano y comprarte un ramen instantáneo —no nos vamos a poner exquisitos—.

Ahora que si lo que no quieres es salir de tu casa, puedes improvisar un muy buen ramen sin tener que quitarte la pijama. No estamos planeando que hagas el ramen tradicional en sábado por la mañana mientras la cabeza te punza en reproche por los tragos de anoche, no, tranquilo. Sabemos que un ramen tradicional tarda horas en hacerse, sobre todo porque el caldo —el elemento más importante— se toma su tiempo; así que por eso le pedimos al genio del ramen, Richie Nakano, que nos ayudara a crear una receta rápida.

Bueno, "receta" no es un término realmente apropiado para este invento, porque resulta que la clave es usar los restos de comida del refrigerador. El secreto es conseguir unos buenos fideos y verlos como un lienzo en blanco al que se le puede agregar carne, verduras, kimchi, cebollín, un huevo escalfado…lo que tu alacena y tu refri te provean. Pero, eso sí, que no se nos olvide la salsa, donde está todo el umami. Tardarás dos minutos en hacerla y no necesitas nada que no esté en cualquier alacena básica.

Recuerda: la clave está en comer el ramen frío. No es un tazón de soba, tampoco es el típico ramen japonés, es un invento maravilloso que nos dejó la globalización y que, te aseguramos, te quitará las molestias de la cruda. ¡Disfruta!

RECETA: Ramen frío con los restos del refri