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mentiras

Le pedimos a algunas personas que nos dijeran la mentira más elaborada que hayan dicho

¡Y vaya que hay unas buenas!

La gente miente por muchas razones: para verse cool, para acostarse con alguien, les ayuda a evitar problemas y controla la forma en que otros los perciben. Pero mentir puede ser difícil. Cuanto más grande es la mentira, más rápido se puede salir todo de control. Le pedimos a algunas personas que nos dijeran las mentiras más elaboradas que hayan dicho, y sus respuestas podrían hacer que consideres ese "estoy enfermo" que planeabas aplicar el viernes.

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Entrega de calificaciones

Era el día antes de que supiera que iba a tener la entrega de calificaciones, y estaba dispuesta a hacer cualquier cosa para no ir a la escuela. Mi papá era enfermero de urgencias y tenía muchos libros de texto médicos en la casa, así que pasé unas horas leyendo los síntomas de la apendicitis. Esa mañana, me desperté quejándome de un dolor en mi parte inferior derecha. Mi mamá sabía que las entregas de calificaciones eran importantes, y me dijo que estaba mintiendo, pero yo estaba en mi papel. Después de la escuela, continué quejándome del dolor, agregando detalles que había leído sobre signos reveladores de apendicitis. Mi mamá todavía no me creía. Estaba tumbada en el sofá, quejándome de mi dolor falso cuando mi primo que es un bebé me golpeó accidentalmente en el estómago, y solté un aullido. Mi tía se asustó muchísimo y le dijo a mi mamá que me llevara al hospital inmediatamente.

Cuando llegamos allí, me ingresaron de inmediato después de que les di una lista detallada de mis síntomas. Me tuvieron que hacer un enema, y me picaron con todos los tipo de aguja posibles para sacar sangre. A pesar de que no encontraron nada en los resultados de las pruebas, decidieron hacer una cirugía de emergencia para quitar mi apéndice de todos modos ya que me "dolía tanto". No había forma de que me retractara, y mi madre se sentía horrible por no creerme. Fui demasiado lejos. En lugar de que me castigaran por mis malas calificaciones, tuve una cirugía innecesaria e invasiva y semanas de recuperación dolorosa. - Isabelle, 33

Ligero desmayo

Se suponía que el fin de semana iba a ir a visitar a mi abuela con mi mamá, pero realmente no quería ir. Esperaba que me dejara sola en la casa. Mis quejidos constantes no lograron conmoverla, así que lógicamente decidí fingir un ligero desmayo en medio de mi clase de francés el día que se suponía que debíamos ir.

Después de practicar con mis amigos la noche anterior, esperé a que hubiera un momento de silencio y colapsé en el suelo de la manera más dramática posible. La clase entera se asustó mientras permanecía en el suelo hasta que mi maestra corrió y frenéticamente me sacudió "despierta". En lugar de enviarme directamente a la enfermería, me arrastró hasta el pasillo y me regañó por tener lo que ella pensaba que era un trastorno alimenticio. Me dijo que "parecía el tipo de chica que dejaría de comer porque está de moda" y me interrogaron durante 15 minutos de todo lo que había comido ese día antes de enviarme finalmente a la enfermería. Para el fin de semana, por desgracia, mi salud aparentemente fallida hizo que mi madre estuviera más decidida a no quitarme el ojo de encima, así que nos fuimos a casa de mi abuela. - Amanda, 27

Yoyo a No Voy

Tenía 20 años y trabajaba de cocinero en Austin, Texas, cuando leí sobre un festival de música -el primer evento de Yoyo a Go Go- en Olympia, Washington. Tenía que ir, pero sabía que en el trabajo no me dejarían faltar una semana entera, así que se me ocurrió una mentirita sobre una emergencia relacionada con la familia, sabía muy bien que tendría que decir otra cuando se dieran cuenta de que no regresaría a tiempo. Se suponía que tenía que regresar el lunes, yo seguía ausente, y para el miércoles, ya estaban llamando a mis contactos de emergencia, así que necesitaba alguna explicación. En ese momento me di cuenta de que probablemente cuando regresara ya no iba a tener trabajo, así que decidí irme a lo grande y decir la madre de las mentiras.

Llamé a mi roomie y le pedí que le dijera a mi gerente que durante mis dos días en casa, me había peleado con unos malandros, y me habían secuestrado, que me tenían en un lugar desconocido y que ya le habían avisado a las autoridades, pero no había manera de saber cuándo me dejarían en libertad.

Al final, cuando regresé a Austin, sabía que tenía algunos cheques esperándome en el restaurante, pero me preocupaba recogerlos por obvias razones. Cuando finalmente fui a recoger mi dinero, todo el mundo se quedó paralizado y luego empezaron a aplaudir como si fuera un héroe regresando del campo de batalla. ¡Todos estaban tan preocupados por mí! El gerente me preguntó si podía empezar de nuevo al día siguiente; le dije que sí y trabajé allí otro año. Nadie me ha pedido jamás los detalles de mi secuestro, y hasta hoy, no sé si es porque sabían lo que había pasado, no les importaba, o porque pensaban que podría ser fuerte para mí. - Sean, 42

Estafa de examen

No me preparé para un examen final importante y necesitaba encontrar una solución rápido. De camino a la clase, me detuve en la carretera hasta que apareció una patrulla. Mi registro ya había vencido, y pensé que era un buen momento para lidiar con eso. Cuando llegó un oficial, le dije que mi coche se había descompuesto y que necesitaba registrarlo. Él llenó un informe, llevé mi coche a que lo revisarán, y me fui a mi casa. Al día siguiente, le mostré a mi profesor el informe de la policía, y me dio la prórroga. Era el último día de finales, también, así que conseguí dos meses extra para hacer el examen. - Jim, 25

Guapo McJenner

Mi pésima amiga Jenny nos invitó a mí y a otras dos amigas a una pequeña cena de cumpleaños en un restaurante elegante. Llegamos a tiempo, pero ella se retrasó una hora (de nuevo, pésima amiga). Media hora después de la cena, su jefe se presentó con Brody Jenner y su comitiva ridículamente grande. (Jenny es RP de un antro de mierda, y Brody iba a hacer un DJ set allí más tarde esa noche.) El jefe de Jenny la invitó a sentarse con ellos, y lo hizo, dejándonos solas porque no había espacio en la mesa de Brody.

Para ese punto, obviamente ya estábamos muy enojadas. Jenny había reservado una mesa con servicio de botella para nosotros en el antro para ir después de cenar, pero obvio no íbamos a ir porque nos abandonó. Cuando terminamos de comer, le dijimos a Jenny que la veríamos en el antro. Pero en lugar de eso nos fuimos a otro bar.

Jenny nos llamó y nos envió mensajes 50 veces a cada quien. Estaba sola en la mesa reservada en su cumpleaños. Al día siguiente, cuando exigió una explicación, le envié un mensaje de texto para decirle que nos habían arrestado y multado por fumar hierba en un callejón detrás del restaurante (?!?!),y que por eso nunca llegamos. No me creyó, y no hemos hablado desde entonces. - Jane, 26

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