La mayoría de la gente en verdad prefiere el café barato

Para sumar aún más evidencia de que puedes engañar a las personas de formas sorprendentes, Jeff Rossen de Today recientemente organizó una prueba de degustación a ciegas en un centro comercial de Nueva Jersey. Rossen le pidió a las personas probar dos tazas de café. Una con café de un dólar y la otra con café "gourmet" por la que los estadounidenses pagan regularmente $3 dólares.

¿Los resultados aplastantes? Los estadounidenses prefirieron el sabor del café barato.

Al 67 por ciento de los participantes les gustó más su sabor. Cuando Rossen realizó la prueba a Savannah Guthrie, Matt Lauer y Al Roker, los tres prefirieron la taza de café barato.

¿Qué es lo que está pasando?

Quizá solo se trate de más pruebas acerca de cómo los humanos se confunden fácilmente por otros factores además del sabor cuando eligen su comida y bebida. Además estamos dispuestos a pagar precios extorsivos por ese inefable je ne sais quoi: el factor esnob.

Hace quince años, investigadores de la Universidad de Burdeos tiñeron un vino blanco de rojo y descubrieron que la gente comenzó a describir el vino con palabras típicamente aplicadas a los vinos tintos, como "sabor a moras y bayas" o "amaderado". Estaban probando con algo más que su lengua.

Más pruebas de que las creencias arraigadas pueden triunfar por encima del sabor real fue el famoso Juicio de París de Steven Spurrier, en el cual un vino de California, Stag's Leap, derrotó a un Burdeos francés en una degustación a ciegas, asombrando al mundo de la vieja escuela vinícola. El pensamiento ampliamente extendido de que los vinos franceses son obviamente superiores a los vinos de California se invirtió tan pronto como los jueces se colocaron las vendas.

A veces las personas solo quiere demostrar lo sofisticadas que son y cuánto saben sobre el tema en cuestión; ya sea granos, uvas, tostado, fermentación, regiones, añejado o lo que sea. Dale a la gente algo que puedan comprar para mostrar su erudición y saltarán contentos. Y ¿qué hay acerca de pagar más por algo que realmente no nos gusta tanto? También lo haremos.

¿Podríamos despertar tu interés en unas pommes frites artesanales, bastante caras, obtenidas de una papa francesa elegante que acabamos de descubrir en una región recóndita de Francia? Perfectamente fritas en grasa de pato y dinero. Puede ser que prefieras las papas de McDonald's, pero esas no revelan al degustador conocedor y sofisticado que sabes llevas dentro.

Oye, el precio podría valer la pena.