La epidemia silenciosa detrás del ron de Nicaragua
Reinaldo, ein Arbeiter aus Nicaragua, brennt auf einem Zuckerrohrfeld, das erst vor Kurzem abgeschnitten wurde, die übrigen Blätter nieder. Foto mit freundlicher Genehmigung von facinganepidemic.com.

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La epidemia silenciosa detrás del ron de Nicaragua

Los ciudadanos de Chichigalpa, en Nicaragua, están muriendo. Se han vinculado las condiciones en los campos de caña de azúcar, que producen melaza para el ron, a una epidemia enfermedad renal.

"¡Esto es tan increíble!", digo sarcásticamente mientras soy conducida al corazón de la fábrica de ron. Es un magnífico campus de césped y palmeras bien cuidados. Los tanques de la destilería son de color blanco nacarado y cientos de barriles de roble importados de los Estados Unidos están prolijamente apilados uno encima del otro. Cada tanque de destilería contiene un millón de litros de alcohol; hay 18 de ellos en el campus. De reojo, veo a un grupo de trabajadores flacos usando ropa protectora sucia parados en la parte trasera de un camión grande: sus ojos helados y sin emociones.

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LEE: Los trabajadores de caña de azúcar viven una historia de terror.

Estoy dentro de la fábrica de ron Flor de Caña en Chichigalpa, un pueblo pequeño en el oeste de Nicaragua, interpretando el papel de turista entusiasta con una habilidad extrema para las preguntas. Me acompaña una familia realmente emocionada de cuatro personas visitando desde México.

Flor De Cana Factory - Clarissa Wei

La fábrica de Flor de Caña. Foto del autor.

Flor de Caña es la exportación más conocida de Nicaragua, y tiene una impresionante reserva de ron en barril lentamente añejado; una de las más grandes del mundo. Puedes encontrar el licor en prácticamente todos los bares de Nicaragua y es exportado a más de 40 países. Mi guía me dice que el número uno del mercado es Chile, seguido por Canadá, Estados Unidos, y luego Nicaragua. El ron es bueno, y la empresa cuenta con un portafolio diversificado. El licor es suave, un poco seco, y las variedades añejas tienen toques de vainilla y roble.

Flor de Caña es operado por Nicaragua Sugar Estates Limited (NSEL), una subsidiaria de Grupo Pellas. Grupo Pellas controla más de 20 empresas en el país y cuenta con $1.5 mil millones en ventas anuales, equivalente al 13 por ciento del producto interno bruto del país. Carlos Pellas, el principal accionista de la compañía y amigo cercano del presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, es el primer multimillonario de Nicaragua. Su apodo es "el rey de azúcar".

Los ciudadanos de Chichigalpa, muchos de los cuales trabajan en los campos de caña de azúcar, se están muriendo a un ritmo alarmante.

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Muchos ciudadanos de Chichigalpa son empleados por Flor de Caña y su molino de caña de azúcar, el Ingenio San Antonio (ISA). El azúcar es la mayor industria de la agricultura de América Central y representa aproximadamente el 4 por ciento del PIB de la nación. ISA produce más del 63 por ciento de azúcar del país, lo que equivale a casi 17 mil toneladas métricas por día. También le proporciona a Flor de Caña todas las mieles de su ron.

En la fábrica de ron, la familia Pellas es considerada naturalmente con gran estima. Hay toda una exposición dedicada a su legado.

Me transportan a un viejo teatro donde veo una presentación de video repleta de datos y estadísticas que alaban a la familia Pellas y sus esfuerzos en beneficio de la comunidad y la sostenibilidad. Chichigalpa es un pueblo de monocultivo, construido enteramente sobre la industria de la caña de azúcar y entrelazado con ISA y Flor de Caña.

Flor De Cana Gift Shop - Clarissa Wei

La tienda de recuerdos dentro de la fábrica. Foto del autor.

Me entero de que la empresa ha plantado 50 mil árboles. En el espíritu de la responsabilidad social, ha puesto en marcha escuelas y un programa de ayuda alimentaria en Chichigalpa. Sus hospitales han facilitado 2 mil 929 nacimientos y 9 mil 36 cirugías. Incluso le proporcionó a la ciudad nuevos parques brillantes.

La familia con la que estoy en el tour asiente con entusiasmo después de que termina el video y los cinco regresamos en el tranvía a una sala privada de degustación.

A casi cinco kilómetros más allá de la brillante fábrica de ron, por la calle principal y en el núcleo de la ciudad, el paisaje no podría ser más diferente que los terrenos podados y verdes de la fábrica. Me paso una mañana en un centro comunitario. Los voluntarios están preparando el almuerzo cuando se dan cuenta que no hay agua. Un lugareño me dice que el agua y la electricidad son poco fiables, y a las 9 de la noche, el agua se termina.

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Pero es algo más que simplemente los servicios públicos de mala calidad lo que diferencia a esta ciudad: los ciudadanos de Chichigalpa se están muriendo a un ritmo alarmante.

cemetery - facinganepidemic

Un cementerio en Chichigalpa. Foto cortesía de facinganepidemic.com.

"Hace un par de años, un antiguo guardia de cementerio mantuvo un libro de nombres y de cómo murieron" me dice Julie Rhonda*, una investigadora de campo de La Isla Foundation. La Isla Foundation es una ONG de derechos humanos y de salud pública que ha realizado extensos estudios sobre Chichigalpa e ISA. "Cuando lo observé, vi: 'ERC' ', ERC,' 'vejez' ', ERC,' 'ERC,' 'ERC'".

ERC significa enfermedad renal crónica por causas no tradicionales. En Chichigalpa, la tasa es de más de seis veces el promedio nacional; al menos de 2 mil 800 a 3 mil 500 personas han muerto por la enfermedad en la última década. Es una enfermedad que los investigadores han relacionado con las condiciones de trabajo en la planta de caña de azúcar.

"La disminución de la función renal durante la cosecha y las diferencias [en la función renal] por categoría de trabajo y duración de empleo proporcionan pruebas de que uno o más factores de riesgo de enfermedad renal crónica son laborales", concluyó un estudio de 2015 de la Boston University. El estudio siguió a 500 trabajadores de caña de azúcar en Chichigalpa y encontró que la función renal de los trabajadores de campo se redujo a lo largo de la cosecha de seis meses. Los cortadores de caña y jardineras tuvieron la mayor disminución.

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Man with CKD - Julio Lopez

Un hombre que padece CKD. Foto cortesía de Julio López.*

Chichigalpa es una ciudad-fantasma que ve tres o cuatro muertes al día en una ciudad de casi 60 mil. La depresión es tangible; la siento con solo unos minutos en el terreno. Cuando le pregunto a los lugareños cómo están, responden diciendo "en crisis" o "tratando de sobrevivir". La muerte se encuentra en cada esquina y los funerales son asuntos regulares. Los ataúdes tienen tan gran demanda que el gobierno local los subsidia. Hace seis años, se construyó un nuevo cementerio para dar cabida a los muertos. Hoy en día, está casi un 20 por ciento lleno.

Me encuentro con Julio López*, un ex trabajador de caña de azúcar de 33 años que pasó 12 años en ISA y Flor de Caña. Hablamos afuera, sentados en la banqueta. Cada que pasa un oficial de policía o un potencial funcionario del gobierno, López deja de hablar de inmediato. Me dice que incluso en las velorios de las víctimas con ERC, los funcionarios del gobierno a veces llegan para intimidar. La paranoia es muy fuerte en la ciudad debido a que el gobierno y la empresa están tan entrelazados.

'Un día de corte de caña de azúcar se puede comparar con correr medio maratón, en términos de esfuerzo físico'.

"Empecé en la fábrica cuando tenía 18 años", dice López. "Cortaba caña quemada y trabajé en la producción de etanol. Estábamos expuestos a productos químicos agresivos, pero supuestamente teníamos equipo de protección".

López contrajo ERC a la edad de 29, mientras trabajaba en el campo de caña de azúcar y ha estado en su lecho de muerte varias veces.

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"Tu cuerpo está ardiendo, te sientes sofocado", dice. "Estás ahí acostado y crees que va a ser el último día de tu vida y luego pones todo bajo control, viviendo con un alto nivel de creatinina. Otro golpe de calor y te vas. Sales de la clínica, observas el cielo, ves a tu familia e hijos y decides que necesitas cuidarte".

Man with CKD - Julio Lopez (1)

Otro paciente con CKD.

En estos días, conduce un taxi triciclo y limita sus días de trabajo para mantener su salud. Habla con cariño de sus hijos, dos niños de cuatro y nueve años. Hay asistencia médica gratuita en Nicaragua hasta cierto punto e ISA le ha proporcionado a sus trabajadores consultas de salud desde 1951, pero López afirma que una vez que los niveles de creatinina de los trabajadores se elevan por encima de lo normal, son inmediatamente dados de alta. Y ya que la mayoría de ellos son trabajadores de temporada, no son elegibles para recibir beneficios. Además, los trabajadores subcontratados como López no tienen acceso al hospital o a servicios del molino.

"A los trabajadores se les paga por tonelada de caña que corten", dice Lieneke Wieringa, gerente de promoción para Fairfood Internacional. "Esto invita a los trabajadores a trabajar largas jornadas y semanas con poco o nada de pausas para ganar un ingreso decente. Sobre todo teniendo en cuenta que muchos de los trabajadores solo son contratados durante la temporada de cosecha. Con otros empleos disponibles muy limitados necesitan ganarse la vida para un año entero en tan solo seis meses".

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Debido a esta desesperación financiera, muchos usan identificaciones falsas, regresan a cortar caña de azúcar, y se ponen aún más enfermos. López dice que es un secreto a voces que muchos supervisores lo dejan pasar.

Former sugar cane worker - Clarissa Wei

Un exjornalero. Foto del autor.

La epidemia de ERC no es nueva ni específica de Nicaragua. Se ha encontrado en los campos de caña de azúcar en Costa Rica desde la década de 1970, y según datos de la Organización Panamericana de la Salud, Nicaragua y El Salvador han tenido las tasas más altas de ERC en las Américas en la última década.

Pero Chichigalpa es especialmente vulnerable. El municipio y sus comunidades circundantes experimentan unas de las tasas más altas de ERC en el país. De 2002 a 2012, la enfermedad causó el 46 por ciento de todas las muertes de hombres y el 75 por ciento de las muertes de hombres de entre 35 a 55.

"Por favor, ayúdennos", dice el Dr. Ramón García Trabanino. Trabanino es el presidente de la Asociación de Nefrología de El Salvador, y ha tratado a un incontable número de pacientes con ERC. Fue uno de los primeros en publicar un estudio sobre la ERC, en 2002, cuando notó que un gran número de hombres entre las edades de 20 a 40 eran admitidos en su hospital con casos avanzados de la enfermedad. "Hemos estado estudiando esto durante 15 años, hemos estado gritándole al mundo que tenemos esta epidemia", dice. "Está ocurriendo aquí esta masacre silenciosa".

Las condiciones en los campos de caña de azúcar son muy duras: sin acceso al agua y sombra, los trabajadores pierden aproximadamente 2.4 kilogramos de peso en un día laboral. Durante la temporada de cosecha, algunos que respondieron a una encuesta realizada por La Isla Foundation trabajaron 12 horas al día con temperaturas que se elevaban a más de 37 grados centígrados. A los cortadores de caña se les paga menos de un dólar por tonelada de caña cosechada; cosechan un promedio de cuatro a ocho toneladas. Según Fairfood Internacional, a partir de septiembre de 2013 el salario mínimo agrario está muy por debajo del valor de la canasta básica de bienes y servicios calculada por el Instituto Nicaragüense de Información sobre el Desarrollo.

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"Se podría decir que un día de corte de caña de azúcar se puede comparar a correr medio maratón, en términos de esfuerzo físico", dice Wieringa. "Imagina hacerlo seis o siete días a la semana, seis meses seguidos sin descanso ni hidratación adecuados ".

Cemetry - facinganepidemic

Una tumba en Chichigalpa. Foto cortesía de facinganepidemic.com.

Muchos trabajadores le han atribuido la ERC a la exposición a pesticidas en los campos, pero los investigadores que han estado trabajando en este tema desde hace años mantienen que la solución es mucho más simple que cambiar los pesticidas, aunque no necesariamente más fácil de implementar.

"Es el descanso, el agua, y la sombra", dice Trabanino. "Ésas son las recomendaciones que le damos a todos nuestros pacientes renales. Tienes que descansar a la sombra por lo menos durante diez o 15 minutos de cada hora. Y luego tienes que beber suficiente agua. El problema es que cada año se está volviendo más y más caluroso, y entonces hay días en que incluso el agua potable no es suficiente".

En El Salvador, Trabanino es parte de un programa llamado Worker Health and Efficiency Program en el molino de caña de azúcar Ingenio El Ángel en El Salvador. Siguió a 65 personas durante la última cosecha, dándoles descanso, agua y sombra, y un machete más ergonómico y eficaz, y mejoró las estrategias para el corte de la caña. El fabricante de mochilas de hidratación, CamelBak, proporcionó mochilas de precios abruptamente reducidos para el molino que se les otorgaron a los trabajadores, sin costo, asegurando un acceso fácil y constante al agua.

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"Es pronto, pero después de la implantación de la intervención, las funciones renales se estabilizaron, y el golpe de calor entre los trabajadores fue eliminado," dice Jason Glaser, fundador de la La Isla Foundation y de la Worker Health and Efficiency Program. "Este año aumentaremos el número de participantes para asegurar que nuestros resultados tengan mayor significancia estadística". Señala que el programa realmente mejoró la eficiencia en los trabajadores en un 40 por ciento en comparación con lo que cortaron el año anterior.

juancarlos - facinganepidemic

Juan Carlos*, jornalero de caña de azúcar. Foto cortesía de facinganepidemic.com

Le pregunté a Glaser por qué no pueden hacer esto en Nicaragua y por qué ISA ha estado tan en contra de la mejora de las condiciones.

"Ellos quieren hacer lo que es mejor y lo que es mejor está dentro de sus intereses pragmáticos, que es no tener demandas", dice. "Y en San Antonio están en un circuito cerrado. Son la familia más grande en el país más pobre de América Central y no tienen que responder ante absolutamente nadie. No tienen exposición internacional a excepción de Flor de Caña. El otro problema es que el gobierno de Nicaragua está recibiendo toda la información sobre esta cuestión del Grupo Pellas".

Por su parte, ISA afirma que mantiene una 'supervisión rigurosa para garantizar que los contratistas cumplan con las leyes del país y con todas las reglas de higiene y seguridad laboral que se aplican en la empresa'.

Hace una pausa. "Sin embargo, le daré el beneficio de la duda a Carlos Pellas: no creo que realmente sepa lo que está pasando", dice. "Dirige un imperio multimillonario. No está en el campo ni sabe lo que está pasando en ese molino. Creo que confía en su gente allí".

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La situación es tan grave que la gente en Chichagalpa ha comenzado a exigir que su ciudad sea declarada zona de emergencia. El año pasado, los hombres y las mujeres afectadas por la enfermedad marcharon 128 kilómetros a la capital de Nicaragua para presentar su caso. La caminata les llevó 11 días. Cuando llegaron, nadie del gobierno se reunió con ellos.

Por su parte, ISA ha negado haber actuado mal y sostiene que ha implementado políticas de hidratación, descanso y sombra. "Los trabajadores de campo, tales como los cortadores de caña, reciben hidratación adecuada por el trabajo que realizan en forma de agua y soluciones hidratantes certificadas por el Ministerio de Salud, un almuerzo equilibrado elaborado por una empresa especializada, ayuda alimentaria para sus familias, y atención médica en el Hospital de Ingenio San Antonio", dice Ariel Granera Sacasa, de la dirección de comunicaciones de Grupo Pellas.

"Éste es un muy pequeño porcentaje de trabajadores contratados", me dice Glaser.

Flor De Cana rum barrels - Clarissa Wei

Barriles de ron de Flor de Caña. Foto por el autor.

Le pregunto a la investigadora de campo de La Isla, Rhonda, su postura. "He estado en una variedad de campos, algunos bajo la supervisión de Nicaragua Sugar Estates Limited y un par más a donde fui sin invitación e inesperadamente", dice. "En el tour, hacían un intento de sombra, agua, descanso. En los campos donde me presenté sin previo aviso, no había ni rastro de agua ni sombra, y ciertamente no había trabajadores descansando en ningún momento".

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Sacasa señala que hay una clínica móvil equipada con una zona de enfriamiento que toma muestras de sangre y orina, y ofrece bebidas hidratantes y alimentos. También afirma que a los trabajadores se les paga por el séptimo día de descanso.

"Se nos dice que nuestra paga incluye el séptimo día, pero eso no es cierto", dice Joe*, que trabaja en el departamento de recursos humanos en el ISA. Joe ha estado trabajando para la empresa durante cinco años y señala que durante su primer año, cuando estaba cortando caña de azúcar, sus niveles de creatinina fueron superiores a lo normal. Desde entonces ha sido capaz de controlarlos.

"La compañía cree que nos están proporcionando las provisiones adecuadas, pero no lo están haciendo de la manera correcta", dice. Parte del trabajo de Joe es distribuir paquetes de rehidratación y suministros de medicamentos a los trabajadores. "Muchas veces estamos trabajando y hay 200 hombres a quienes darle los suministros, y no es suficiente".

Joe también afirma que las clínicas móviles solo monitorean a los trabajadores que no están enfermos, y que cada vez que hay visitantes en los campos, se dan más provisiones.

"Cuando el CAO [Compliance Advisor Ombudsman del Banco Mundial] vino de visita, [la empresa] sacó más tiendas de campaña", dice. "Por lo general solo hay una tienda de campaña por autobús. Pero cuando llegaron trajeron toda una camioneta llena de tiendas de campaña".

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Joe admite que, en los últimos años, se han realizado mejoras en términos de condiciones de trabajo. "Antes trabajábamos 14 días seguidos. Ahora trabajamos seis días seguidos", dice. "Es cierto que obtienen paquetes de rehidratación y se les proporciona alimentos. Sin embargo, los cambios no son suficientes", dice.

En la comunidad de La Isla, más del 70 por ciento de las muertes de hombres son por enfermedad renal crónica.

No todos los empleados de Grupo Pellas y sus empresas son tan abiertamente críticos. De hecho, mi guía turístico en Flor de Caña habla bellamente sobre los beneficios de trabajar allí. Me dice que al final del año, los empleados de la fábrica de Flor de Caña reciben ron gratis y los trabajadores del campo de caña de azúcar obtienen hasta 27 kilos de azúcar. Si despiden a los empleados, la empresa les proporciona un paquete de compensación fuerte.

"Es mejor que cualquier otra compañía", dice.

Edward Hamilton, un consultor de ron que ha visitado más de 50 destilerías de todo el mundo, dice que a pesar de que es consciente de las acusaciones de derechos humanos que la rodean, Flor de Caña está entre algunas de las mejores empresas de bebidas alcohólicas. "Es una operación con visión de futuro", dice. "El Ingenio contrata a contratistas y los contratistas contratan a personas en los campos. Los contratistas no estaban cuidando a las personas que tenían que cuidar ni les daban el equipo de protección adecuado. Se trata básicamente de un desastre de Tercer Mundo ".

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"Ése es un clásico deslinde de responsabilidades", argumenta Glaser. "La compañía hace dinero a costa del trabajo proporcionado por los contratistas y ahorra dinero fingiendo que no tiene responsabilidad de los trabajadores debido a un acuerdo legal dudoso que supuestamente la aísla de responsabilidad a través de la contratación. El hecho es que los trabajadores contratados cortan caña para ISA e ISA debe asegurarse de que su cadena de suministro esté libre de prácticas laborales abusivas. Son dueños o alquilan directamente casi todas las tierras de la que obtienen caña y gestionan a estos contratistas y sus tareas directamente para que sigan siendo eficientes".

Sacasa niega estas afirmaciones. "Ingenio San Antonio mantiene unasupervisión rigurosa para garantizar que los contratistas cumplan con las leyes del país y con todas las reglas de higiene y seguridad laboral que se aplican en la empresa", dice.

La Isla House - Clarissa

Casa en La Isla. Foto del autor.

Y añade: "En cuanto al impacto de la ERC en la fuerza de trabajo en Ingenio San Antonio, creemos que es oportuno señalar que a partir de 1996 hasta la fecha, más de 140 mil personas han trabajado allí. De éstos, sólo 1.82 por ciento se ha visto afectado por problemas de riñones".

"La empresa es buena para Nicaragua", dice la nativa de Nicaragua Fátima Quant, que ayuda a organizar visitas a la fábrica de Flor de Caña. "Ellos invierten, crean empresas. Otras compañías toman los recursos y se van. Pero aquí, el dinero se queda. En Chichigalpa tienen escuelas gratis, vivienda gratuita, [y las personas] viven allí de forma gratuita. No es tan malo".

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Pero cuando visito la comunidad de La Isla, justo en las afueras de la ciudad de Chichigalpa, las escenas que veo no podrían ser más diferentes. La ciudad está muy empobrecida. Los techos están hechos de estaño y las casas se encuentran dispersas en una espesa vegetación. En La Isla, la tasa de mortalidad es aún más extrema: más del 70 por ciento de las muertes de hombres son por ERC. Hay por lo menos 78 viudas de 400 familias y la tasa es tan alta que se han apodado a sí mismas "La Isla de las viudas".

La Isla Road - Clarissa Wei

Camino a La Isla. Foto del autor.

Hablo con una de las viudas, cuyo marido, un empleado de caña de azúcar, murió hace siete años. Tenía 32 años. Al igual que todos con los que hablo en la ciudad, pide permanecer en el anonimato por temor a las repercusiones del gobierno. Tiene cuatro hijos y vende fruta para sobrevivir. Estoy frente a su casa, una choza desgastada rodeada de árboles crecidos. Sus cuatro hijos pequeños están sentados en el interior, me miran fijamente.

"Estamos sufriendo", me dice. "Ha sido muy difícil sin él".

Le pregunto si está enojada. Su comunidad está conformada por mujeres como ella; joven y viuda, sola con un puñado de bocas que alimentar.

Hace una pausa. "Ésta es simplemente nuestra realidad", dice.

"Ya todo está al descubierto y es momento de empezar a abordar el problema", dice Glaser, "nuestro trabajo no es acabar con ISA o terminar con Grupo Pellas, y siempre actúan como si ése fuera el objetivo. Nuestro objetivo es crear un entorno viable para los seres humanos".

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Protest - Julio Lopez (2)

Policía estacionada afuera de la fábrica de ron preparándose para la protesta. Foto de Julio López.*

De regreso en la fábrica de ron, en todo el perímetro del hermoso campus, la seguridad es ruda. De hecho, me han caído muy bien los guardias de seguridad y mi guía. Responden a mis preguntas con paciencia y le saludan y sonríen a los turistas con buena voluntad. Es difícil imaginar que solo una semana antes de mi visita a mediados de octubre hubo una protesta afuera de la fábrica por ex trabajadores azucareros. Quince personas fueron acusadas y algunas personas fueron encarceladas. Casi un mes más tarde, todavía están encarcelados. Muchos de ellos sufren de enfermedad renal crónica.

En Nicaragua, hay una paranoia que se extiende a todos con quienes hablo con respecto a este tema. Al mismo Glaser le fue negado el acceso al país en febrero. Los ex trabajadores de caña de azúcar y los ciudadanos están molestos, pero no quieren que sus nombres sean publicados.

"La razón por la que la represión es tan dura es que la narrativa que la policía recibe es que estas personas están enfermas porque simplemente beben demasiado y que simplemente son codiciosos. Incluso el gobierno está aislado de la verdad", dice Glaser.

Protest - Julio Lopez

Protesta por las condiciones laborales de los jornaleros de caña de azúcar. Foto de Julio López.*

"En este momento tenemos un gobierno en este país que es completamente corrupto y está en la cama con la industria privada", dice Joe, señalando que la temporada de cosecha se inicia hoy. "He visto a personas a las que la empresa les ha pagado para que no hablen. Cada semana hay trabajadores que se van debido a la enfermedad renal crónica".

Al final de mi tour, le pregunto a mi guía sobre visitar los campos.

"No se puede ir allí", me dice. "Hay muchos guardias".

"¿Por qué?", pregunto inocentemente. "Es una lástima. Quiero ver cómo crece la caña de azúcar".

"Porque la gente en el pasado se ha robado el azúcar", me dijo.

Glaser se ríe cuando le cuento esta historia.

sugarcane field - Clarissa Wei

Campos de caña de azúcar en ISA. Foto del autor.

"Es decir, claro, algunas personas roban azúcar, pero ésa no es la razón por la que los guardias están allí", dice.

La verdad no está tan lejos. A pocos metros de distancia de los campos preciosos están las tumbas de los que han muerto. Lo que es notable es que muchas de las tumbas de los hombres que han muerto de la enfermedad no están marcadas ni tienen nombres. Solo hay montones de tierra sobre sus baratos ataúdes de madera. Es como si la gente estuviera cansada de marcar a sus muertos.

Es un precio mortal el que hay que pagar por el ron, o como lo llaman los lugareños, la sangre de cañero.

La sangre de los trabajadores de la caña de azúcar.

*Los nombres han sido cambiados para proteger las identidades de las fuentes.