caldos
Curacrudas: Pancita y mole de olla de La Caldería
Pocas cosas en la vida te reviven tanto como un caldo calientito. Y en la peor de las crudas, nadie le dice que no a este apapacho líquido.
Curacrudas: Los mágicos Caldos Ánimo de Antonio de Livier
Todos en la Ciudad de México hablan de este caldo mestizo entre el ramen y la birria. Era imposible no visitar este restaurante y probar uno de los mejores alivios a la cruda —y al alma— que existen.
Curacrudas: Los mágicos Caldos Ánimo de Antonio de Livier
Todos en la Ciudad de México hablan de este caldo mestizo entre el ramen y la birria. Era imposible no visitar este restaurante y probar uno de los mejores alivios a la cruda —y al alma— que existen.
Pozole rojo
Levanta el puño, agítalo y grita con todas tus fuerzas: ¡Viva la cocina mexicana! ¡Viva el pozole rojo de cabeza!
En Veracruz se curan la cruda con un guiso de sobras de cerdo
Tuve la ilusión sangrienta de ver como sacrificaban un cerdo, pero eso no sucedió. En cambio, probé un platillo que sobrepasó mis expectativas y sorprendió mi paladar.
Dedica un domingo a cocinar esta sopa y cómela entre semana
Recupera el alma que perdiste en la interminable fiesta del viernes con esta sopa de garbanzos y cerdo.
Sopa de garbanzos y cerdo
Dedica un domingo a hacer una olla grande de esta rica sopa y cómela entre semana. Te prometemos que desaparecerá los vacíos de lunes o de miércoles lluvioso.
En Oaxaca el cariño se expresa en la comida
Fui a San Agustín Atenango, en Oaxaca, a comer chilate, un caldo hecho de carne de res seca que tiene significado ritual: se ofrenda a una deidad y se comparte en la comunidad para transmitir cariño.
A los mexicanos nos encanta sufrir la cruda
La cruda es dedicación. Por eso hay toda una cultura de comida para curarse esos malestares después de haber bebido mucho. En México nos encanta sufrirla, porque es la perfecta excusa para comer rico.
Las fondas mexicanas guardan una de las costumbres más bonitas del país
La clave para identificar una buena fonda mexicana está en lo intangible: el afecto y la atención a los detalles, que se vuelve evidente en la comida; pero sobre todo en la costumbre del "buen provecho".