Confesiones de restaurante
Unos cocineros borrachos casi destruyen mi restaurante
Hay un problema real y triste que afecta a una gran cantidad de personas que trabajan todo el día cocinando y sirviendo comida: el alcoholismo.
Dirigir un restaurante con mi esposo salvó nuestro matrimonio
Trabajar juntos causó un gran impacto en la relación; creo que nos ha hecho más fuertes.
El éxito de mi restaurante es por la Santería
La Santería te ayuda a mantener una actitud de agradecimiento con la vida, porque te recuerda constantemente dar gracias por las bendiciones que el universo, los santos o las deidades te han concedido.
Soy la razón por la que tu hamburguesa no es como la del comercial
Una estilista culinaria nos cuenta cómo es el trabajo de hacer atractiva la comida de los comerciales.
Recibir a un crítico gastronómico es una pesadilla
El sueño de tener un restaurante pronto se convierte en pesadilla cuando te enfrentas a los temidos críticos.
Ser mesera me hizo odiar a los niños
Cuando empecé a trabajar hace unos años amaba a los niños, pero con el tiempo me he dado cuenta que son terroristas en miniatura "arruina comidas".
Así es trabajar como una abridora de ostras
Las ostras se han asociado históricamente con los genitales femeninos y los afrodisíacos. He escuchado todos los chistes cliché que se puedan imaginar.
Le vendía pastillas a la élite de NY en el guardarropa de un restaurante
El bartender me mandaba mujeres en busca de drogas y yo rellenaba los bolsillos de sus abrigos con pastillas. No importaba cuánto les cobrará, siempre volvían por más.
Los accidentes de cocina más terribles me hicieron perder el apetito
A pesar de que los accidentes están destinados a suceder en las cocinas de casa, suceden cosas más horribles en los restaurantes.
Lo mejor de ser repartidor de pizzas es el sexo casual
A veces me invitaban cervezas, otras veces, a la cama. Mis historias siendo repartidor de pizzas son las mejores de mi vida.
Trabajar en restaurantes me enseñó que mentir está bien
En cuanto aprendes el oficio de un trabajo en un restaurante, desarrollas algunos rasgos de carácter que te servirán para el resto de tu vida.
Trabajar para un chef famoso destruyó mi amor por la cocina
Nada peor que trabajar para un chef a quien le importa más salir en la TV que su restaurante. Destruyó mi pasión por el servicio.