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Al tener disminuida la producción de estrógenos y suprimidos sus periodos menstruales, Sophie entró en una menopausia química temporal. Sufre sofocos, sudores nocturnos, disminución de la libido y alteración del sueño. Afortunadamente, hay una luz al final de este túnel de insomnio, sudores y falta de apetito sexual: los efectos del Zoladex desaparecerán a los tres meses. Si todo va bien durante la operación, en unos meses volverá al día a día propio de una chica de 30 años.Me hicieron análisis de sangre y me dijeron, 'Bueno, tienes la menopausia. Ya está. No podemos hacer nada'.
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El doctor Euan Kevelighan, obstetra y ginecólogo de Swansea (Gales), confirmó que la menopausia prematura es muy poco frecuente y sus causas son difíciles de determinar. "No vemos tantos casos. La causa más común es lo que desconocemos. Lo llamamos 'idiopático' o desconocido".El caso de Emma es un ejemplo perfecto de este territorio tan poco definido e investigado: "No hay causas conocidas, ni antecedentes familiares", afirma. "Yo nunca había oído hablar de ello y ellos siguen sin saber qué lo provocó".Además de su naturaleza idiopática, la menopausia prematura tiene efectos secundarios más acentuados que los que acompañan a la menopausia natural. Como el cuerpo produce muchos menos estrógenos, el riesgo de sufrir osteoporosis es más elevado. En palabras del doctor Kevelighan: "Una mujer de veintitantos que deja de tener el periodo tendrá los huesos de una de 70 cuando llegue a los 40, porque irá perdiendo densidad ósea todos los años"."Fue horrible", recuerda Emma. "Sobre todo por lo pesimista que fue la doctora. Recuerdo que me puse a llorar y me dijo, 'No sé por que lloras, si no es tan malo. Puedes recurrir a la donación de óvulos. Lo único de lo que debes preocuparte es de la osteoporosis'".La falta de estrógenos también aumenta el riesgo de sufrir enfermedades cardiovasculares. El doctor Kevelighan señaló la importancia de los tratamientos hormonales para minimizar el riesgo. "Es importante que las mujeres con IOP reciban diagnóstico y tratamiento, que suele consistir en una terapia de reemplazo hormonal, una combinación de estrógenos y progesterona administrada de forma cíclica para provocar un sangrado de retiro. Otra opción es la píldora anticonceptiva combinada, que también contiene estrógenos y progesterona. De esta forma se reduce el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares".No hay causas conocidas, ni antecedentes familiares. Yo nunca había oído hablar de ello y ellos siguen sin saber qué lo provocó.
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Emma compara la experiencia con un duelo. "Te sientes como si alguien hubiera muerto. Sé por mi experiencia y la de otras personas con las que he hablado que cuesta unos dos años llegar a asimilarlo. Es casi como pasar por las distintas etapas del duelo".La menopausia natural está marcada por el estigma. Suzanne Moore hace eco de este rechazo público de la menstruación en un artículo que escribió para la revista británica New Statesman, titulado There Won't Be Blood (no habrá sangre): "Las mujeres se secan. La juventud es humedad, frescura, hidratación. Las mujeres maduras son cascarones con la piel áspera y paredes vaginales cada vez más débiles. Y la causa de esta maldición es hormonal: los estrógenos".Esa percepción que se tiene de una mujer en sus casi cincuenta que ha llegado a la menopausia —un rito de transición común a todas nosotras—, sitúa a las que sufren menopausia prematura en la categoría de anomalías aisladas.A Emma le resultó muy duro informar a los demás de su enfermedad. "Cuando me diagnosticaron, simplemente dijeron 'menopausia prematura', y lo duro es que la gente asocia esas palabras con la idea de ser 'vieja'. Piensan que vas a empezar a envejecer delante de sus narices".Te sientes como si alguien hubiera muerto. Sé por mi experiencia y la de otras personas con las que he hablado que cuesta unos dos años llegar a asimilarlo.