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El consenso es que hemos evolucionado —en especial las mujeres adultas— para que los bebés nos provoquen ternura y cuidemos de ellos.
OK, ¿y qué hay de los conejitos, los gatitos y los perritos?
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Todo es adorable. Pero hay algo más que podemos aprender del kinderschema: si quieres que todos compren un producto, desde hombres y mujeres adultos hasta niños, entonces haz que sea tierno.
De las muñecas Kewpie a los Minions
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Con las dimensiones correctas, cualquier personaje, criatura u objeto puede ser adorable: Bambi y Thumper, la famosa pareja de roedores Mickey y Minnie Mouse, Cencienta y sus amigos ratones, el gigantón peludo y el ojo andante de Monsters Inc, el robot decrépito llamado Wall-E, Woody y los héroes de Toy Story, los 101 dálmatas, el tesoro nacional británico Winnie the Pooh, el muñeco de nieve Olaf y el robot inflable y esponjoso de Grandes Héroes. Todos son productos de la revelación kiderschema de Lorenz.En Pixar desarrollaron una formula matemática para la ternura. Como explicó el investigador residente Tony DeRose en este video, utilizan modelado geométrico para que sus personajes sean lo más delicados, redondos y suaves posibles.El ejemplo más raro, delicado y redondo de este diseño de ternura es el minion. Hasta donde sé, los minions son Tic Tacs amarillas con rasgos humanos pero su comportamiento, su tamaño, su forma y su vulnerabilidad simulan algo infantil y por eso son "tiernos". ¿Por qué otra razón tendrían su propia película? ¿Por qué otra razón Universal Pictures gastaría 593 millones de dólares en publicidad que incluía ropa, accesorios, vehículos, juguetes, blancos y equipaje? ¿De qué otra forma podría sacar 1.1 mil millones de dólares y convertirla en la undécima película más taquillera de todos los tiempos?Los minios son lo que la escritora y teórica política Hanna Arendt llama "la erotización de la impotencia, que consiste en provocar ternura por 'cosas pequeñas' pero también un deseo de denigrarlas y minimizarlas". A juzgar por las ganancias de la película —y el número de veces que damos clic en videos de leones marinos bebés en restaurantes—, parece que estamos dispuestos a pagar mucho dinero para sentirnos así.