En Comida para trasnochados exploramos la comida nocturna de México, porque no queremos que comas cualquier cosa cuando necesites bajarte la borrachera. En esta entrega fuimos a los tres tianguis nocturnos navideños más grandes de la Ciudad de México a ver cuál es la oferta culinaria de la noche.
El Guadalupe-Reyes es una pulsión fiestera. No sólo por las posadas, que sobreviven más por su espíritu pachanguero lleno de comida, dulces, piñatas y ponche con piquete, que por otra cosa; también están las comidas con amigos, familia, compañeros de trabajo y cualquier otro grupo social que sólo quiere brindar…por el fin de año, por el recuerdo de JuanGa, porque el pavo salió perfecto, por lo que sea.
Publicidad
Así que todos andamos con ánimos de salir de casa, gastarnos los aguinaldos en compras inútiles y comer fuera. Y los cocineros de calle, tan emprendedores como siempre, lo saben; así que se organizan en tianguis temporales para ofertar una fina selección de garnachas —algunas de temporada— dispuestas a cubrir la necesidad hipercalórica del invierno; desde principios de diciembre hasta el 6 de enero.Por lo general estos tendederos culinarios son nocturnos. Los locatarios de los mercados reubican sus puestos en la calle, afuera del mercado, pasadas las 7 de la noche y se ponen de acuerdo para que cada quién ofrezca algo diferente —tacos, hamburguesas, esquites, postres, etc.—. A ellos se les suman algunos vendedores ambulantes, quienes por única vez en el año, echan raíces en una sola ubicación.
Casi siempre se mantienen abiertos hasta pasada la medianoche, llenando las calles con el olor de la freidora, aunque algunos permanecen hasta las 6 de la mañana, esperando apapachar a los trasnochados que salen, medio entonados, de las pachangas decembrinas.Hay un tianguis navideño en casi todas las colonias de la ciudad —excluidas las menos populares—, pero después de visitar muchos de ellos, encontré los tres mejores —para mí—. Estos:LEE MÁS: 8 cervezas artesanales mexicanas para maridar la Navidad
Tianguis de Río Blanco
Es, quizá, el más grande y el más concurrido. Se pone afuera del mercado (cerrado durante la noche), sobre la avenida Congreso de la Unión, en la colonia Mártires de Río Blanco. El corredor es largo, pero no todos los puestos son de comida, hay muchos que venden adornos navideños, árboles de Navidad y mercancía ad hoc a la temporada, incluidos todo tipo de regalos: desde juguetes hasta ropa interior color rojo para regalar en Año Nuevo.
Publicidad
Mucha gente va por los puestos más famosones: los colosales huaraches de "Las pisadas de King Kong"; las "crepas gigantes": un puesto muy grande ubicado en la entrada del tianguis, donde el cliente construye su crepa, enorme, con ingredientes ilimitados por sólo $40 pesitos; o lo tacos de "Los chinos", donde hay longaniza, bistec, tripa y el irresistible aroma a carne frita. Sin embargo, también destacan los burritos, los tamales (con todo y atoles), las botanas en vaso (esas mezclas exóticas de papitas, cacahuates, gomitas, chamoy y polvos de todos colores, sabores y niveles de picor), las pizzas, el pan de pueblo, y las parrillas que ahuman la calle con brochetas de pollo o hamburguesas de res cocinándose a fuego alto.Los postres son lo más abundante, eso sí. Hay puestos como el de "Los esquimos de doña Rosy" donde se venden pasteles, ensaladas de frutas con crema batida, flanes caseros, fresas con crema, esquimos, frappés, buñuelos, chocolate caliente, ponche y un montón de bocados dulcísimos que, por supuesto, tienen la más alta demanda (acuérdense que a los mexicanos, para bien o para mal, nos encantan los postres muy dulces).Este tianguis es el más concurrido que vi. A las 9 de la noche es dificilísimo encontrar un asiento vacío, tanto en los puestos como en el área del comedor. Aquí se nota el espíritu navideño en dos formas: en las ganas de comer y en la liquidez de las carteras llenitas con aguinaldos.
Publicidad
Mercado Hidalgo
LEE MÁS: Hablamos con la creadora de las gelatinas con el rostro de los senadores mexicanos
Tianguis de la Guerrero
Publicidad
Las lonas de colores, los focos cálidos que se cuelgan de los cables públicos de luz, el aroma que mezcla lo dulce del ponche de frutas y la grasa friéndose en las parrillas, y el bullicio de la gente bien comida, invita a pasarte un buen rato en estos tianguis navideños, platicando con los vecinos sobre tu cena de Fin de Año en la oficina o sobre los regalos que aún no compras. Son las 11 de la noche y la calle está repleta. Queda rato de comilona para todos.
Sigue a Sandra en Facebook: Sandra Blow Photography.