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Comida

Confesiones de una cocinera de escuela

Siempre hacen algún tipo de travesura los alumnos, e incluso a tempranas horas de la mañana.
Photo via Flickr user Quentin Stafford-Fraser

Bienvenidos una vez más a Confesiones de Restaurante, donde hablamos con las voces no escuchadas de la industria restaurantera, tanto del servicio como de la cocina, acerca de lo que realmente ocurre detrás de escena en tus establecimientos favoritos. O, en el caso de esta historia, en los recreos de tu adolescencia.

En esta entrega, hablamos con una mujer que ha trabajado en la cafetería de una escuela en Manchester por diez años.

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Durante los últimos diez años, he trabajado en una grammar school que cuenta con tres cafeterías diferentes. Actualmente manejo la sección "para llevar" en la sexta fila. Además de las vacaciones, lo mejor de trabajar en la cocina dentro de un complejo estudiantil es el cliente. O sea, los estudiantes. Siempre hacen algún tipo de travesura e incluso a tempranas horas de la mañana, los chicos se la pasan bromeando.

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Durante los descansos, se permite que los profesores pasen hasta el frente de la fila, cosa que siempre molesta a los estudiantes. Una vez, decidieron poner letreros plastificados por toda la cafetería diciendo que los maestros deberían esperar en la fila como todos; al personal de la cocina le pareció muy gracioso. Tengo una muy buena relación tanto con los profesores como con los alumnos, pero debo admitir que me he enterado de algunas bromas que los chicos van a hacer a los maestros. Nunca olvidaré cuando cubrieron la oficina del director con papel aluminio. Literalmente cada centímetro de la habitación estaba cubierto, incluso sus plumas y la engrapadora; de hecho se vea fantástico. En otra ocasión, usaron el cartón de los víveres de la cocina para hacer siluetas de tamaño real de él con la cara superpuesta. Las colgaron en todos los edificios para burlarse de que siempre parece ser omnipresente.

Durante el almuerzo, mi menú consiste en hamburguesas de pollo caseras y hot dogs, alitas de pollo barbecue, sándwiches frescos, sándwiches tostados, platos de pasta y tazones de fruta fresca. Mi otro trabajo es ayudar a preparar platillos en el menú cambiante del chef, donde las comidas son más sustanciosas —siempre incluyendo una opción vegetariana— y puede ir desde setas stroganoff hasta pollo agridulce. Siempre servimos muchos calzone, pays y pastas al horno. Un favorito para los viernes es el pescado con papas y el eterno popular curry. Nos gusta incluir extras como samosas, pan naan y salsa de mango, para que los chicos sientan que están recibiendo comida de calidad a cambio de su dinero. Si no, ¡te lo harán saber!

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Básicamente todo se trata de producir ganancias, lo cual genera un conflicto cuando te esfuerzas en proporcionar comida de buena calidad a cambio del dinero de los estudiantes.

Debido a que mis "clientes" están considerados como jóvenes adultos, son libres de elegir lo que quieren comer y generalmente evitan lo saludable, pero preparamos toda la comida desde cero, la preparamos al instante para que siempre esté fresca. Las verduras frescas siempre se ofrecen como guarnición. Una cosa que he notado durante mis diez años de servicio es el uso cada vez más frecuente de la carne halal y cómo a los chicos más jóvenes ahora les gusta el café.

Aunque el menú diario finalmente depende del chef y las productos disponibles de temporada, los estudiantes expresan sus opiniones, así que tratamos de tomar en cuenta lo que nos dicen cuando planeamos y hacemos el menú. Por otra parte, nuestro contrato no es por horario, así que básicamente todo se trata de producir ganancias, lo cual genera un conflicto cuando te esfuerzas en proporcionar comida de buena calidad a cambio del dinero de los estudiantes.

Cada vez es más urgente encontrar nuevas formas de generar ingresos, una de ellas es organizar eventos privados. Como no estamos acostumbrados todavía a estas actividades, hemos tenido algunos percances. Una noche, estábamos preparando un evento y al último minuto nos dijeron que la ubicación dentro de la escuela tenía que cambiarse. Tuvimos que transportar toda la comida caliente sobre mesas a través del patio de la escuela. Cuando acomodamos las cosas, la instalación eléctrica no pudo soportar el equipo. Las meseras tuvieron que permanecer de pie en una hilera para ocultar el caos a los invitados, mientras alguien más estaba cerca de la caja eléctrica para prenderla siempre que se desactivara. Además de eso, el chef decidió dar un giro "peculiar" al servir la salsa gravy en teteras. Parecía una buena idea pero el conserje de la cocina mezcló las teteras y a los invitados se les sirvió gravy en lugar de té para el postre. ¡No hace falta decir que ellos nunca nos contactaron después!

Generalmente, el catering es un negocio muy difícil y trabajar en una escuela no es distinto. Son largas horas de trabajo y como en la mayoría de las industrias actualmente, cuando una persona se va, no es reemplazada y el trabajo se reparte entre el personal existente. A pesar de que las condiciones cada vez peores causan tensiones, no me veo yéndome de aquí. Es un trabajo variado y ultimadamente aprecio a las personas con las que trabajo. Mi compañía hace servicio de catering en hospitales tan bien como en escuelas, y sé dónde prefiero estar.

Tal y como fue contado a Kamila Rymajdo.