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Cultură

Los pájaros usan a las hormigas para drogarse

Los pájaros se frotan con las hormigas para ungirse con sus secreciones de ácido fórmico, que aportan tonificación a sus músculos y una sensación general muy agradable.

Este pájaro está drogado. Foto vía Wikimedia Commons.

Hace poco descubrí que algunas especies de aves tienen hábitos de consumo de drogas. Antes de que empieces a imaginarte pajaritos drogándose con éxtasis en el baño de una discoteca, deja que me explique.

Como decía, encontré un ensayo de hace 65 años realizado por el entomólogo y ornitólogo estadunidense Horace Groskin. Hubo una frase que me llamó poderosamente la atención: "Los pájaros se frotan con las hormigas para ungirse con sus secreciones de ácido fórmico, que aportan tonificación a sus músculos y una sensación general muy agradable".

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Al parecer, este comportamiento es habitual en algunas especies de aves, que atrapan unas cuantas hormigas con el pico y se las frotan por la cara interna de las alas. Como mecanismo de defensa, las hormigas segregan ácido fórmico —un insecticida orgánico—, que acaba siendo absorbido por la piel del pájaro. Muchas personas aseguran haber visto pájaros realizar una especie de danza, con las alas extendidas y el pico abierto, momentos después de haberse pasado las hormigas por las alas. Podríamos decir que es el equivalente ornitológico de nuestra mandíbula trabada. Este curioso hábito ha llevado a muchos expertos a creer que se trata de un vicio que los pájaros tienen y que, por tanto, solo lo hacen por el high.

Decidí consultar este fenómeno con un experto de la Sociedad Ornitológica de Rumania. El ornitólogo Stefan Emanuel Baltag me dijo que es un comportamiento muy común entre diversas especies de aves, concretamente la abubilla, el estornino común, el chincho, el cernícalo, el cuervo, la corneja y el pinzón.

Este pájaro ha dado una buena tunda a las hormigas. Foto vía Wikimedia Commons.

"Algunas aves vuelan hasta la entrada de un hormiguero, se sientan sobre el orificio y esperan pacientemente a que las hormigas vayan trepando por sus plumas. Es la variante pasiva de este hábito. Otras especies, en cambio, cogen las hormigas con el pico y se untan las secreciones ellas mimas. Una de las explicaciones para este comportamiento es que el ácido fórmico sirve de estimulante para las aves, como las drogas o el tabaco para nosotros", me explicó.

Las hormigas acumulan el ácido en una glándula y lo expelen ante la amenaza de un depredador. Las especies que se aplican el ácido de forma activa suelen batir las alas repetidamente para favorecer la distribución uniforme de la sustancia por todo el plumaje.

Baltag me explicó que se sabe que hay especies que realizan la misma maniobra utilizando la secreción de otras especies, como los ciempiés, los caracoles, las orugas y las avispas.

Pese a que está generalmente aceptado que las aves usan el ácido fórmico para drogarse, también existen otras teorías al respecto. "No hay una respuesta concluyente a este comportamiento, ya que puede variar según la especie. Algunos pájaros lo hacen para librarse de parásitos, aliviar alguna irritación o como forma de alcanzar un estado de euforia", concluyó Baltag.

Curiosamente, todavía no se sabe a ciencia cierta si tiene algún efecto frotarse unas cuantas hormigas en la axila.