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Comida

Los fanáticos de la tecnología quieren reinventar el cómo cocinamos

La nueva generación de chefs y cocineros de casa está cambiando la forma en la que cocinamos y comemos. La tecnología ya nos rebasó.

¿Qué haces cuando tienes un asador de calidad profesional y lo unes con un accesorio tallado en madera de arce que se ve un poco como un bate de béisbol al revés? Según el chef Bobby Benjamin de Louisville, haces un postre.

"Pues bien, tienes el arce y le pones una capa de mantequilla clarificada, y también masa y especias", explica Benjamin. "Si sigues así, logras un efecto parecido al Cinnabon.

Benjamin señala que su pastelería con asador DIY encaja perfectamente con el espíritu de su próxima Butchertown Grocery, que abrirá sus puertas en noviembre. "Mi restaurante se basa en que todos los ingredientes sean locales, y queremos asegurarnos de que cocinemos los ingredientes de la mejor manera posible. A veces eso significa cambiar un poco las cosas, o hacer cosas especialmente para esto. Al igual que somos creativos con nuestros ingredientes, tenemos que ser creativos con las herramientas que tenemos en nuestra cocina ".

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Es esta línea de razonamiento la que coloca a David, se dé cuenta o no, en consonancia con una nueva generación de chefs y cocineros de casa que están adoptando los principios de la cultura maker y aplicándolos en la cocina. Lo mismo está ocurriendo también en la otra cara de la moneda: los fanáticos de la tecnología están haciendo la transición de las computadoras a las cocinas.

Va más allá de los trucos básicos de cocina que normalmente se ven en Buzzfeed y Pinterest (usar una bolsa Ziploc como una manga pastelera, o básicamente cualquier cosa que Alton Brown haya hecho en Good Eats). Este movimiento híbrido está viendo mucho más allá.

Según Techopedia, el movimiento maker en sí es una tendencia en la que "los individuos o grupos de personas crean y comercializan productos que se recrean y ensamblan usando materiales o productos electrónicos, de plástico, de silicón o prácticamente de cualquier materia prima que no se haya usado, se haya desechado o se haya roto de un dispositivo relacionado con la informática". El movimiento también incorpora nuevas creaciones e invenciones, así como aquellas que mejoran la tecnología actual, que a menudo son desarrolladas por individuos en sus casas, garajes o un "makerspace", a menudo impulsado por el deseo de subvertir al mercado comercial.

De lo que muchos chefs, cocineros del hogar, y fabricantes independientes con practicas culinarias en mente se han dado cuenta es que, en muchos casos, el mercado no tiene exactamente lo que están buscando de todas formas (por ejemplo, un tostador de Cinnabon en un palo). Y mientras que algunos puristas puedan temblar ante la idea de que la tecnología improvisada domine sus cristalinas cocinas de acero inoxidable, este movimiento confronta la suposición de que la cocina es una habilidad inherente, o una que solo se puede aprender de una manera determinada.

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"Todos tienen que aprender a cocinar", dice Amy Trubek, antropóloga de alimentos en la University of Vermont. "Por supuesto, en el pasado, el aprendizaje solía llegar a través de la transmisión oral o escrita; simplemente estamos viendo medios diferentes y múltiples en uso".

Trubek, quien escribió un libro próximo a salir acerca de la cocina doméstica moderna, no cree que debería haber un ideal normativo del cómo enseñar a cocinar.

"No hay una manera singular para convertirte en un cocinero. En ese sentido, no hay una manera correcta de cocinar ", dice. "Sin embargo, en mi investigación, estoy interesada en nuestro poder para actuar en relación con la comida. Podemos ser consumidores pasivos o productores activos. Estoy interesada en aprender a cocinar con fluidez y confianza".

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La mesa Louisville. Foto cortesía de FirstBuild.

James Carlson es el fundador y CEO de School Factory, un organismo de financiamiento sin fines de lucro que se centra en conseguir makerspaces y cooperativas, centros de aprendizaje basados en proyectos en las comunidades que los necesitan. Ha observado que hay un montón de gente dentro del movimiento maker que se acerca a las herramientas de comida y cocina de manera diferente que los chefs entrenados en escuelas culinarias. Estas personas están estudiando a la comida como una ciencia y haciendo preguntas diferentes acerca de dónde viene y de cómo prepararla.

Carlson describe el choque de cultura de la comida con la cultura maker como un ecosistema de múltiples capas compuesto por personas que hacen la comida, la gente que estudia los alimentos en sí, y las personas que estudian el cómo se hace la comida y de dónde viene.

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Un ejemplo de ello es GE's FirstBuild, una microfactoría en Louisville dedicada al diseño, la ingeniería y la venta de la nueva generación de electrodomésticos, que lanzó su primer "artefacto social", la Louisville Table, en marzo de 2014.

A primera vista, La Louisville Table parece ser tu mesa de cocina promedio que ha sido un poco manipulada. Pero la mesa fue diseñada específicamente por un equipo de ingenieros de GE y el primer artista residente de la organización, Jakub Szczęsny, una asociación artística facilitada por la organización Ideas xLab sin fines de lucro, para construir y mantener vínculos interpersonales fuertes en la cocina cooperativa. Es una manera de convertir una cocina en un verdadero makerspace cooperativo (algo a lo que los estadounidenses le han rehuido en las últimas décadas).

"La Louisville Table fue creada para desafiar los diseños de la cocina contemporánea, que son soluciones perfectas para cocinar en solitario. Este artículo, creado específicamente para acoger la cocina de colaboración, refleja la naturaleza emergente de las cocinas contemporáneas como lugares de reunión y fiesta para los amigos y la familia", dice Szczęsny.

Las características de la mesa pueden parecer menores (la inclusión de una placa de inducción, superficies resistentes al calor y dos cajones de acero inoxidable que mantienen la comida caliente o fría para un máximo de dos horas) pero la campaña de marketing detrás de ella ha sido lo suficientemente exitosa que la compañía ya está lanzando un prototipo de una versión DIY (fomentando el concepto del movimiento maker).

FirstBuild también está adoptando el espíritu competitivo de la cultura maker. Un concepto de tostador de café en casa, conocido como House Roast, se desarrolló en el evento de inauguración Hack the Home de FirstBuild en la primavera de 2015. Este dispositivo le permite a los amantes del café tostar los granos de café en un horno de convección estándar de casa.

Como señala Carlson, la comunidad culinaria maker seguirá evolucionando y adoptando diferentes formas. "Para mí, la cultura maker que involucra comida puede verse como cosas diferentes. Un ejemplo sería, en una comunidad más pequeña, un grupo que se reúne y abre una cocina de calidad profesional que los miembros de la comunidad pueden utilizar. Así que tendrías a un chef que tiene que ir y preparar una tonelada de crepes para vender, pero sería en un ambiente de cooperación. Eso cuenta, para mí, como un makerspace. Pero luego encuentras a esas personas que crearon una impresora 3-D que hace crepas", dice.

"Creo que puedes encontrar a una gran cantidad de personas que no le tienen miedo a mirar dentro de las cosas, y no me refiero solo a herramientas físicas, sino al interior de situaciones o a la manera en las que las cosas se han hecho típicamente para darse una mejor idea de cómo podrían funcionar de manera diferente".