"Allá en la estación del metro Balderas, ahí quedó embarrado mi corazón", dice una canción interpretada por El Tri (original de Rodrigo González) que describe una aventura de amor bajo el subsuelo. El metro nos regala experiencias tan rutinarias como puede ser movernos de un lugar a otro a diario o únicas, como morir aplastado a las 7 PM en la estación Centro Médico (que ironía). El metro es un mundo paralelo que corre debajo del asfalto chilango y dónde los mexicanos, además de transportarnos, hacemos una de nuestras actividades favoritas: comer.
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El sudor, estrés y hambre aumentan mientras el tiempo nos pisa los pies para apresurarnos a nuestro destino y dentro de los vagones los comerciantes ambulantes ofrecen dulces, chicles, herramientas para el hogar, música y algo de poesía para amenizar el viaje y ganar algunos pesos.Pero lo más atractivo es la luz al final del túnel que guía a los pasajeros a humeantes guisados y tacos para cualquier gusto. Aquí, los comensales son valientes con estómago de acero que no toman en cuenta que la venta callejera de comida puede ser una vía rápida para intoxicarse, y ven los desagües y basureros como decoración que hacen de los puestos de metro lugares más acogedores.El Sistema de Transporte Colectivo mueve a millones de personas a través de 12 líneas que recorren la Ciudad de México, cada estación tiene puestos de comida adaptados a sus alrededores y a los comensales que deambulan por ahí. Por esta razón decidimos hacer breve recorrido taquero en una de las líneas más antiguas de la ciudad: la línea 1.Los puestos de esta estación ubicada en la delegación Cuauhtémoc, aglomeran a un público hambriento. Pareciera que todos venden lo mismo, pero la taquería Cuellar presume de tener los mejores tacos de Balderas y las mejores carnes traídas del Estado de México. El lugar ofrece tacos de longaniza, suadero, birria, tripa enchilada y consomé (gratis).A unos cuantos pasos, el puesto "Las Cazuelas" le hace competencia con un concepto diferente: tacos de guisados capeados.
Balderas
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Una fila de cazuelas atraen el apetito de los comensales con tortitas calientes de coliflor, chile relleno, milanesa, papa, rollitos de jamón con queso amarillo –que traicionan su expectativa debido al sabor plasticoso del queso–, y tortitas de brócoli capeadas, qué son las de mayor demanda; éstas se sirven en una tortilla con arroz a la mexicana, nopalitos, frijoles y 5 salsas diferentes.Cada taco cuesta $10 pesos… probablemente quedarás satisfecho sin gastar tanta morralla.Por algo lo llaman Corredor Comercial de la Merced, aquí se encuentra de todo y la comida no hace falta, hay opciones de a montón. Pero la idea es encontrar comida sin necesidad de sumergirse en el barrio que rodea la estación y simplemente caminar entre pasillos intentando superar el mar de gente.Un puesto de tripas y carnitas resalta por el entusiasmo de quienes lo atienden, jóvenes que presumen las tripas portándolas como collares y haciendo bromas con los clientes. Ellos llaman a su local "La Vista Hermosa" por la forma en que acomodan las tripas a lo largo de la mesa frente a los comensales.La estación Pantitlán es la reina de las estaciones. Por ella pasan 4 líneas (1, 5, 9 y A) y además se conecta con un paradero de rutas de autobuses que cruzan de la Ciudad de México al Estado de México. Los pasajeros hambrientos intentan calmar el hambre con bolsas de papitas, gelatinas, dulces y refrescos, algo práctico para el camino.
Merced
Pantitlán
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Una señora se encarga de alimentar a las personas "locales" y uno que otro policía, con guisados que huelen a amor de hogar. En varias cazuelas rebasadas de cochinita pibil, chicharrón prensado, arroz mexicano, pollo encacahuatado y agua de guayaba para refrescar la garganta.A los alrededores los pequeños locales están vacíos, uno de tacos de guisado llamado "El Cepillo y la Zebra", por el apodo de uno de los propietarios, no se preocupa por vender poco. "El Zebra" dice que no es por falta de sazón en las mollejas, salchichas y moronga que ofrece, sino por la falta de tiempo de los pasajeros para echarse un taco.Esta estación también cuenta con la Terminal de Autobuses de Pasajeros de Oriente (TAPO); miles de personas pasan por aquí a diario y mientras esperan la hora de llegada del autobús puede sentarse a comer.Aquí hay establecimientos de comida más formales, por ejemplo "Los tres mostaqueros". Está justo a lado de un local de comida saludable y orgánica, su trompo de pastor es pálido y las salsas dejan mucho que desear, sin embargo tienen más clientes que los puestos de tacos de pollo rostizado afueran de la estación.Justo en la esquina de Puebla e Insurgentes, el puesto Gatortas no le piden nada a tanta garnachas y a las jugosas carnitas de su entorno, pues no se dan abasto con el éxito de sus antojitos veganos: tacos de suadero de soya, torta de pastor de trigo con costra de queso de almendras o soyita pibil, todo acompañado de refill de agua el día. Hoy hubo melón con horchata. La clientela llega sin saber que es un lugar vegano que la atención por su peculiar decoración. Los pequeños pastelillos y donas que te dan la bienvenida te obligan a quedarte.
San Lázaro
Insurgentes
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