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Comida

El Papa lleva a la gente sin hogar a comer pizzas

Para consolidarse como el “Papa chido”, Francisco ha empezado a repartir, entre las personas sin hogar, el platillo italiano favorito de todos: pizza.
Phoebe Hurst
London, GB

En lo que a dirigentes célibes de instituciones religiosas conservadoras respecta, el Papa Francisco es bastante cool. Le gusta el tequila y rechaza el calzado costoso. Prefiere el camión a los autos con chofer y las probabilidades apuntan a que no se negaría un poco de esa dulce hoja de coca boliviana.

Y, para consolidarse como el "Papa chido", Francisco ha empezado a repartir, entre las personas sin hogar, el platillo italiano favorito de todos: pizza.

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Según informa el Vatican Insider, el Santo Padre ha estado pagando para que quienes duermen en las calles de Roma sean llevados de paseo a la playa antes de ir a la pizzería.

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Bajo las órdenes del Papa Francisco, el Arzobispo Konrad Krajewski, encargado de distribuir el dinero para la caridad del Vaticano, ha estado organizando las excursiones desde principios del verano.

Le comentó a Vatican Insider que lleva a 10 u 11 personas sin hogar que residen en las cercanías de la Ciudad del Vaticano, a una playa a 32 kilómetros de distancia, donde pueden nadar y tomar el sol. Todo el plan es pagado por el Vaticano y se les proporciona toallas y trajes de baño.

Krajewski le comentó a Vatican Insider: "Somos un grupo sui generis, ya que quienes viven en las calles tienen rostros muy oscuros debido al sol, pero los cuerpos son blancos como la leche".

Y, ¿qué hay después de ostentar esos blancos cuerpos a lo largo de la costa italiana? Pizza.

Krajewski dijo: "Siempre concluimos el viaje en una pizzería, al igual que las otras muchas personas de vacaciones en este momento".

Quizá la pizza sea el final más evidente de cualquier paseo veraniego en Italia, pero la elección de la comida puede deberse también a la propia inclinación del Pontífice por una buena rebanada. En conversación con un periódico argentino el año pasado, el Papa Francisco reveló que desde que fue nombrado Obispo de Roma y Soberano de la Ciudad del Vaticano, realmente extraña ser capaz de ir a la pizzería por antojo. Hacer que te entreguen una margarita grande al Vaticano "no es lo mismo", aparentemente.

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La población de personas sin techo de la Ciudad del Vaticano, por otra parte, puede caminar hasta Luigi's y ordenar una quattro formaggi sin reunir una multitud de rosarios salvajes. Y aman el pepperoni aprobado por el Papa.

Yendo un poco contra la mala visión respecto al comportamiento de sus compañeros en la mesa, Krajewski le dijo a Vatican Insider lo mucho que han disfrutado las personas sin techo su pizza gratuita. Comentó: "Estaba muy impresionado al ver cómo se comportan en estas situaciones. Saben cómo llevarse juntos y, cuando estamos en la mesa, si alguien está hablando y contando una historia, todos los demás escuchan en silencio. Incluso algunos de ellos, quienes usualmente están más agitados, se animan".

Después de todo, el cielo es una pizzería en la tierra.

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