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Qué piensan los peluqueros de las interminables conversaciones superficiales

"¿Qué me importa cómo armaste tu jaula para conejos?".
Un collage de tres peluqueros en sus salones de belleza
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Las conversaciones triviales con extraños son mi definición del infierno y trato de evitarlas a toda costa. Desafortunadamente, la peluquería es el lugar donde pierdo esa batalla. La belleza duele, como dicen, así que más o menos cada mes me siento a conversar trivialidades para obtener el premio final de tener un buen corte de cabello.

Mi autocompasión palidece en comparación con la empatía que siento por la persona que se para detrás de mí para arreglar mi cabello. Para los peluqueros, mantener una conversación superficial es prácticamente un requisito de trabajo. Fascinado por esta habilidad que a mí me falta, me senté a hablar con cuatro peluqueros y tuvimos una conversación significativa acerca de las conversaciones triviales.

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Mila (23 años)

Peluquera Mila

VICE: Hola Mila, ¿alguna vez te fastidian o incomodan las conversaciones que tienes con tus clientes? 
Mila: A veces. Odio cuando la gente está en silencio durante diez minutos y luego dice: "Entonces… ¿tienes algún plan para este fin de semana?". Muchos de ellos sienten que deben mantener una conversación cuando realmente no es necesario. Soy yo misma cuando estoy trabajando; si hago una conexión con un cliente, es un beneficio extra; pero si no ocurre, no es un problema. ¡Es como una primera cita!

¿Pero el silencio no se vuelve aburrido?
Un poco, pero siempre hay música de fondo. Honestamente, está bien permanecer callados. Tengo clientes que cierran los ojos y casi entran en un estado meditativo.

¿Cuáles son algunas de las conversaciones más extrañas que has tenido?
La mayoría han sido sobre las luchas internas de las personas. Alguien me dijo una vez que no era solo su peluquera, sino también su terapeuta. Si eso fuera cierto, tendría un poco más de dinero en mi cuenta bancaria.

Una vez atendí a una mujer mayor que todo el tiempo estuvo al borde de las lágrimas. Cuando terminé, dijo: "A mi hijo le hubiera encantado este peinado". Al parecer, él había fallecido recientemente. Eso fue difícil para mí. No puedes ignorar el tema, pero tampoco tienes la capacitación necesaria para tener esas conversaciones, ¿sabes? Tuve que consolarla, pero estuve súper incómoda.

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Nick (28 años)

Peluquero Nick

VICE: Hola Nick. ¿Qué tan frecuente es que surjan conversaciones incómodas entres tus clientes y tú?
Nick: No quieres saberlo. Me dedico a cortarle el pelo a hombres, y el otro día llegó un chico que me estuvo coqueteando sin parar. En un punto, me preguntó directamente si creía que podría enamorarme de él. Me desconcertó. Y después de eso, tuve que pasar otros 45 minutos con él.

Sin embargo, la conversación más incómoda que he tenido fue con un supuesto infante de marina. Me contó una historia sobre su gran valentía en una misión en Mali que involucró peleas con cuchillos, etc. Lo que él no sabía era que yo también estuve en el ejército y justo me tocó estar en Mali en el mismo tiempo en que ocurrió su puesta proeza, así que sabía que mentía. Pensé en desmentirlo, pero mejor dejé que terminara su historia.

¿De qué hablan los hombres al estar sentados en el sillón de barbero?
De mujeres. Siempre es un tema divertido y accesible. Desde que me convertí en padre, también hablo mucho sobre niños. Además, tengo muchos clientes con antecedentes militares; las conversaciones con ellos no son nada superficiales. En nuestra peluquería, no solo pagas por el corte de pelo, sino por la experiencia. A todos les damos una cerveza o un whisky, pues queremos que nuestros clientes se relajen. Una buena conversación definitivamente forma parte de eso.

¿Cómo es tu interacción con los clientes que no tienen ganas de hablar?
A veces pruebas con algunos temas y solo obtienes respuestas cortas. Eso está bien. A veces asumo que esas personas están de mal humor o insatisfechas, pero cuando de repente me dan una propina de más de 10 dólares, me hacen repensar las cosas. Algunas personas de verdad aprecian el silencio. Francamente, prefiero eso a escuchar a alguien hablar y hablar sobre su membresía en el gimnasio.

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¿Alguna vez has tenido un mal día en el que preferirías no hablar?
Sí, cuando discuto con mi esposa por la mañana, pero eso no sucede a menudo. Por lo general, solo soy más callado con las personas que son realmente raras. También hago perforaciones en la tienda de mi esposa, y el otro día llegó un chico para hacerse una perforación en el pene. Entró llevando puesto un collar con correa y su esposa lo sujetaba de la correa. No tenía idea de lo que estaba pasando, pero sabía que quería mantener mi boca cerrada.

Iris (26 años)

Peluquera Iris

VICE: Hola Iris, ¿cuál es la conversación más incómoda que has tenido con un cliente?
Iris: Uno de mis clientes hombres siempre actúa de forma extraña. Todo está bien al principio, pero tan pronto como se sienta comienza la incomodidad. Cuando le hago una pregunta, empieza a reír y no puede responder en serio. Tal vez le gusto o algo así.

¿Alguna vez te han resultado incómodos los silencios?
Al principio, pensaba que era de mala educación que alguien tomara el periódico o que simplemente respondiera con "sí" y "no", pero esa gente sigue regresando, así que creo que están satisfechos. Estar completamente en silencio con un cliente no es tan malo, de cualquier modo me la paso hablando casi todo el día.

¿Tienes días malos en los que preferirías no hablar?
Por supuesto, y creo que eso debería ser algo aceptado. A veces, hay historias que simplemente no me interesan. ¿Qué me importa cómo armaste tu jaula para conejos?

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Michael (27 años)

Peluquero Michael

VICE: Hola Michael, ¿cómo manejas las charlas triviales?
Michael: No lo hago. No soy de esos peluqueros que habla del clima y cosas así. Quiero que las personas se sientan cómodas cuando entren: tomo su abrigo, les sirvo un poco de café y escucho todo sobre cómo quieren su corte de pelo. Por lo regular, eso hace que haya una buena atmósfera. Luego suelo concentrarme y permanecer muy callado.

¿Qué sucede cuando tus clientes no disfrutan del silencio?
Puede volverse incómodo. Hay gente que llega temprano por la mañana solo para hablar. Normalmente los escucho, pero cuando empiezan a hacer preguntas molestas como, "Entonces, ¿cuánto tiempo llevas trabajando aquí?", cortó de inmediato la conversación o digo que es mi primer día.

¿Cómo manejas a los clientes que son más huraños?
Tengo algunos trucos para alegrar a la gente. Si es un cliente nuevo, siempre le pregunto de dónde es. No es algo demasiado personal, pero funciona como un buen punto de partida.

¿Cuál es tu consejo número uno para evitar momentos incómodos?
¡No hablar! Hay mucha gente que me agradece por permanecer en silencio.