Conoce a los cocineros mexicanos de Coachella

Tres cocineros mexicanos recibieron una invitación imposible de rechazar: ser parte del line up gastronómico de Coachella. Aceptaron. Manuel Baños, de Pitiona, Francisco Ruano, de Alcalde, y Daniel Ovadía, de Nudo Negro, ofrecerán un menú de 4 tiempos el domingo, último día del festival.

La gastronomía está convirtiéndose en una piedra angular de los festivales de música. En Outsidelands, por ejemplo, el cartel de chefs se anuncia a la par que el de las bandas. Coachella no podía quedarse atrás, así que se alió con Outstanding in the Field —productores de pop ups gastronómicos— para curar la oferta de comida.

Los mexicanos fueron convocados por Bill Esparza, reconocido en la escena culinaria fronteriza por sus tours de comida con Club Tengo Hambre y por organizar Tacolandia en LA. "Me pidieron que convocara a la nueva generación de chefs mexicanos", me cuenta Esparza. "Por eso elegí a tres chefs que representan la vanguardia en tres regiones distintas del país, para mostrar que no sólo en la capital se hacen cosas extraordinarias".

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"Se va a poner interesante. Nosotros serviremos carnitas de cerdo y la idea es poner platones al centro con chamorros, cabeza, maciza, cueritos, salsa de chile morita y de chile cascabel", me cuenta Ovadía. "Nunca había hecho algo similar, menos en medio de la nada, en pleno desierto".

Todos los comensales estarán sentados en una mesa comunal larguísima y comerán al mismo tiempo. Habrá dos turnos para 250 personas cada uno, con una diferencia de tres horas entre servicio y servicio. "Son 3,000 tortillas, 50 kilos de cebolla, 100 kilos de manteca de cerdo, 50 kilos de tomate, 10 cabezas de cerdo, 25 kilos de piel de cerdo y 50 kilos de costilla", dice, emocionado. "Nos toca justo el día de Guns n' Roses y pase lo que pase, quiero verlos".

A Ruano lo que más le apasiona de ir a cocinar a Coachella es la dinámica de usar productos locales. "Me gusta ese enfoque para generar cosas para la comunidad local. Aparte de eso, estoy muy honrado que es el primer año que tienen chefs mexicanos, está bien chido que nos hayan llamado", me cuenta. "Cocinar en un festival de música no es una cosa a la que te inviten todos los días. Dije inmediato que sí". Él será el encargado de preparar dos tiempos: ceviche de callo y arroz con leche –dos platos insignia de Alcalde—. "Quería hacer algo fresco para una tarde de desmadre".

Baños parece el más emocionado de todos. Él hará el clásico taco de tostada de Pitiona: una tostada de maíz con asiento, quesillo, carnitas de lechón, pescado asado, rábanos encurtidos, cilantro, aguacate y salsa de chile de habanero; todo envuelto en una tortilla. "Dije: ¡Órale va!", me platica. "Nunca he ido a Coachella y la verdad sí me causa ilusión. Va estar Guns n' Roses, entonces ¡imagínate! Me emociona verlos. ¿A quién no enamoraron con November Rain? ¡Chulada de canción! Espero que se ponga chido".

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Este es el inicio. Los cocineros mexicanos ya están invadiendo Coachella y solo nos queda esperar que les vaya muy bien cocinando para un montón de jóvenes borrachos. Además, según Esparza, la comida mexicana tiene tanto éxito en Estados Unidos que seguramente pronto veremos a más cocineros mexicanos en festivales internacionales de música. "La comida en Coachella ha venido cambiando y mejorando; y la cocina mexicana se ha vuelto cada vez más popular en Estados Unidos, con chefs como Enrique Olvera con Cosme en Nueva York y Javier Plascencia con Bracero en San Diego", me dice Esparza. "Pensamos que sería un gran año para tener a chefs mexicanos en el festival. Este es es momento de la cocina latinoamericana para el mundo".

For those about to rock, we salute you!

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